Nuevo embajador de EE.UU. en Ecuador afirma que no evitará críticas a Gobierno de Correa

El designado embajador de Estados Unidos para Ecuador, Adam Namm, afirmó este martes que no tendrá reparos en criticar al gobierno de Rafael Correa de ser necesario, a pesar de que la anterior diplomática fue expulsada por esa razón.

"No rehuiré de ninguna manera las críticas al gobierno de Ecuador cuando se justifiquen, simplemente porque nuestra embajadora anterior fue expulsada", afirmó Namm durante una audiencia en el Senado estadounidense, que debe ratificarlo en el cargo.

"No tendré ninguna restricción a la hora de defender los intereses y valores de Estados Unidos", sostuvo.

Namm fue designado por el presidente Barack Obama como nuevo embajador para Ecuador en septiembre, cinco meses después de que Quito declarara persona non grata a la anterior, Heather Hodges, como consecuencia de la filtración de un cable diplomático en el que denunciaba supuestas irregularidades en el nombramiento de un jefe policial por parte de Correa.

El gobierno estadounidense expulsó a su vez al representante diplomático ecuatoriano.

Obama y la secretaria de Estado, Hillary Clinton, "buscan enviar un nuevo embajador a Ecuador precisamente para elevar el nivel de las relaciones con Ecuador al más alto nivel diplomático", dijo Namm, quien ya recibió el beneplácito de Quito.

Ecuador designó como nueva embajadora en Washington a Nathalie Cely, quien debe tomar posesión del cargo a principios de 2012.

De ser confirmado por el Senado, Namm prometió un diálogo no sólo con el gobierno, sino también con la sociedad civil y las organizaciones de derechos humanos.

Afirmó que actualmente Estados Unidos y Ecuador mantienen una "buena cooperación" en la lucha contra el narcotráfico.

Además de Namm, también comparecieron durante la jornada ante el Senado la embajadora para El Salvador, Mari Carmen Aponte, y la nueva encargada para América Latina en el Departamento de Estado, Roberta Jacobson.

El senador republicano Jim DeMint afirmó que se oponía a la confirmación de la puertorriqueña Aponte, quien ocupa la embajada salvadoreña desde 2010 gracias a un decreto presidencial pero que debe ser confirmada por el Senado para prolongar sus funciones más allá del 1 de enero de 2012.

DeMint mostró su molestia por un editorial escrito por Aponte en el que defendía los derechos de los homosexuales y que, según el senador conservador, molestó a grupos en El Salvador por "el intento de imponer una agenda progay en su país".

La diplomática afirmó que sólo estaba haciéndose eco de las políticas del gobierno de Obama en contra de la discriminación de los homosexuales.

Los embajadores y la subsecretaria de Estado para América Latina deben ser aprobados por la comisión de Relaciones Exteriores del Senado y luego ratificados por el pleno.

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