Galo Chiriboga. Fiscal General de la Nación.
¿Quién es?
Fue abogado de Rafael Correa en el juicio al Banco del Pichincha (donde ganó USD 600 000), Ministro de Recursos No Renovables, Embajador en España. Hoy es Fiscal General, tras un polémico concurso.
¿Qué hizo?
En tres semanas desestimó los pedidos de investigación a dos hombres fuertes del Gobierno: Patricio Pazmiño, titular de la Corte Constitucional, y Fernando Alvarado, secretario de Comunicación.
¿Qué dijo?
En las denuncias de tres asambleístas por presuntas irregularidades en las cadenas de Fernando Alvarado, Chiriboga señaló: “no existe delito, y dispongo el archivo de la presente denuncia”.
Primero fue el presidente de la Corte Constitucional, Patricio Pazmiño. Ahora es Fernando Alvarado, secretario de Comunicación de la Presidencia de la República.
En menos de tres semanas, el fiscal general del Estado, Galo Chiriboga Zambrano, desestimó las graves denuncias que pesaban en su contra.
Los casos impulsados por políticos de oposición se quedaron truncos porque el Ministerio Público no encontró motivos de fuerza para iniciar investigaciones en su contra.
Chiriboga salvó a Pazmiño, en el caso de la Cervecería Nacional. Según ha explicado a la prensa el propio Chiriboga, las acusaciones que se presentaron en este escándalo de supuesto soborno a la Corte Constitucional, para supuestamente fallar a favor de la Cervecería en el millonario litigio (USD 91 millones más intereses por varios años) que mantiene con los ex empleados por el supuesto no pago de utilidades.
Chiriboga dijo que las denuncias del asambleísta Galo Lara (PSP) en contra de Pazmiño no aportaron con elementos suficientes para investigarlo. Aunque aseguró que el proceso continuará en contra de otros tres implicados en este escándalo: el representante legal de la Cervecería, el secretario de la CC, Arturo Larrea y su hermano Alfredo. En este caso, ¿la cuerda se rompió por el lado más flaco?
Es una pregunta que queda flotando en el ambiente, pues como los actuales implicados no tienen fuero de Corte, será la Unidad de Delitos contra la Administración Pública, y no el despacho de Chiriboga el que se pondrá al frente de este espinoso tema.
Pazmiño ha recobrado fuerzas, sigue más firme que nunca al frente de la CC, mientras que los 1 200 ex empleados de la Cervecería siguen esperando un pago que está detenido, sin fecha alguna, en las instancias judiciales. Para el ciudadano de a pie, la justicia tarda mucho más en dictar sentencia que para el presidente Rafael Correa…
Pazmiño no es el único que logró la absolución del Fiscal. Esta semana se conoció de una reciente resolución de este organismo, firmada el 31 de enero, donde tampoco encontró méritos para iniciar una investigación formal a Fernando Alvarado, el vocero presidencial del Gobierno.
Los denunciantes: los asambleístas de oposición César Montúfar, Leonardo Viteri y Enrique Herrería, aseguraron en julio pasado que la Secretaría de Comunicación difundió durante ocho días consecutivos cadenas nacionales, referidas al caso El Universo. Los acusadores señalan que Alvarado cometió presuntos delitos de prevaricato, uso indebido de bienes y servicios públicos, o peculado, acto arbitrario y atentatorio contra las libertades y derechos garantizados por la Constitución vigente.
Pero en la resolución final, Chiriboga señala que la disposición de dichas cadenas es una potestad de Alvarado y del Presidente de la República y que su tramitación no violentó la ley.
Coincidencia o no, el fiscal Chiriboga, que encabezó el concurso público más controversial de todos lo que ha realizado el Consejo de Participación Ciudadana, ha librado de culpas a dos hombres cercanos al Presidente de la República.
La polarización que existe en el país, así como la crítica mundial por la forma en la cual el Gobierno presiona a la Justicia, a los organismos de control y debilita el ejercicio de las libertades a través de instrumentos como el uso excesivo de cadenas nacionales, hacen que actuaciones como las de Chiriboga sean criticadas.
Que un año atrás Correa haya dicho que Galo Chiriboga debía ganar el concurso para Fiscal por los ocho costados, comienza a pasar un factura política.