El editor general de El Universo, Gustavo Cortez, conversó con EL COMERCIO la mañana del miércoles. Mientras se daba la audiencia de casación en la querella del presidente Rafael Correa contra el rotativo, los periodistas y empleados del diario construían la edición del jueves bajo la expectativa del desenlace de la diligencia.
¿Cómo se ha desarrollado la jornada en la Redacción mientras se da la audiencia de casación del caso EL Universo?
Nuestra jornada se ha desarrollado con absoluta normalidad. En Guayaquil estamos incluso de viaje buscando temas invernales. La excepción es Quito, donde la mayoría trabaja en la audiencia.
¿Tienen planificado otra actividad dependiendo del dictamen en la audiencia?
Ninguna. Fue iniciativa de los empleados lo de las camisetas del mismo color. Recuerdo que la primera sentencia nos cayó como balde de agua fría. Hasta entonces todavía confiábamos en la coherencia de la justicia y nos parecía una cosa inaudita lo que estaba pasando.
¿Ahora ya no confían en la justicia?
Sí confiamos, pero las cosas que están pasando nos dan a entender que la justicia está sufriendo un proceso de deterioro y sobre todo de manejo extraño, por llamarlo de alguna manera.
¿Por qué?
Porque creo que nosotros, los periodistas que estamos tan cercanos a las fuentes, nos logramos meter en los procesos para lograrlos entender. Y como tenemos un conocimiento de juicios, para nosotros es una referencia válida para saber que muchas de las cosas que se han hecho no constan en las leyes ecuatorianas.
¿Qué diferencia al caso El Universo de los demás juicios que han cubierto?
Como cobertura no hay ninguna diferencia. Aunque ha sido más complejo ser fuente y medio al mismo tiempo. A ratos hay que abstraerse del proceso judicial como parte, para poder ser equilibrados en el manejo informativo. Ese ha sido un reto y creo que lo hemos logrado en buena medida.
Pero le han dado mucho espacio en sus páginas al proceso
Se nos ha acusado de eso. Pero como somos la fuente al mismo tiempo, tenemos acceso a información. Hemos tratado que la gente se entere de toda esa información y hemos sido respetuosos de difundir las posturas de los abogados del Presidente.
¿Cómo toman las opiniones de los abogados del Presidente cuando dicen que las decisiones en el juicio llegan primero a la Redacción de El Universo y luego a los casilleros judiciales?
No es cierto. Alguna vez publicamos un rumor que salió en la Corte e incluso la página web se dio cuenta y lo corrigió en cuestión de una hora. Hay una serie de cosas que no son totalmente ciertas y que simplemente se las dice para causar la falsa impresión de que El Universo tiene información privilegiada. Es parte de la estrategia de los abogados decir eso.
¿Qué gana la parte acusadora con eso?
Los abogados de la defensa fueron los primeros en denunciar presiones a los jueces y cuando la parte acusadora se dio cuenta de eso hubo un contraataque. Es muy común en este Gobierno tratar de voltear las cosas con que El Universo persigue a los jueces y tiene información privilegiada.
¿La defensa del caso les facilita información?
Claro, pero hay casos en que a los abogados les notifican a última hora. Además no ha sido fácil esta cobertura porque las fuentes están cerradas y no nos tratan como un medio sino como oposición o parte.
¿Cómo ha sido la relación, como fuentes, con los abogados del Presidente?
Alembert Vera atiende a todos nuestros periodistas. Recuerdo que hubo un malestar cuando en el caso ‘Chucky Seven’ los abogados del diario detectaron que la dirección IP de algunos escritos que suponían había escrito Gutemberg Vera era la misma de los boletines de prensa. En ese momento sufrimos una marginación de los boletines por un tiempo.
¿Ustedes dieron esos archivos a la defensa del diario?
La defensa ha conseguido todo lo que ha podido por sus propios medios. Aquí vemos a los abogados cuando han venido a hablar con los directores, pero son casos de excepción.
¿Le molesta que el Presidente rompa el periódico o que sus seguidores lo quemen, como pasó esta mañana?
No, en absoluto. Que rompan o quemen el diario es una manifestación de malestar pero nosotros no hacemos el periódico para que le guste o le disguste al poder, ni al directorio o al gerente general.
¿A qué se debe que ahora llamen ‘Rafael’ al Presidente de la República en los titulares del diario?
Es una decisión editorial.
¿De dónde nació esa decisión?
Del momento en el que nos pareció que el Presidente pasa a ser una marca en alguna medida. Él está usando ese nombre y a nosotros nos pareció interesante también usarlo. Como en su momento hemos usado Jamil, Sixto, Abdalá y ninguno de ellos se ha molestado.
Sin embargo el Presidente se quejó en un enlace sabatino sobre ese uso y dijo que El Universo había tomado la publicidad que dice “Rafael para los amigos y Correa para los corruptos”
Eso confirma que él ve las cosas sólo desde el punto propagandístico porque los que lo rodean solo saben de eso. Correa es un producto, así lo tratan, así lo manejan. En los conversatorios, la primera pregunta es de El Ciudadano, la segunda de Andes, la tercera de El Telégrafo, la cuarta de Ecuador TV y se acabó. El otro día se le filtró una persona de NTN24 y esa fue la única pregunta ‘interesantona’ que escuché. Está todo previsto para que el libreto se cumpla.
¿Los periodistas de medios públicos están siendo utilizados por los publicistas del Régimen?
No sé, habría que preguntarles a ellos. Yo le digo lo que veo. No sé si ellos están convencidos, si estudiaron en alguna escuela de periodismo que yo desconozco. Yo no puedo calificar si están siendo utilizados o no. Lo que sí puedo decir es que en los medios públicos hay mucha gente que se fue resentida de los medios independientes y algunos hasta por irregularidades comprobadas.
¿Considera que hoy es un día clave para la libertad de expresión?
Coincido en que hay un ataque fuerte a la libertad de expresión y que El Universo se ha convertido como un símbolo para el Gobierno de lo que ellos llaman “terminar los abusos de la libre expresión”, en ese contexto es un día importante. Si usted sanciona a un director de un medio con el monto o días de cárcel por no haber vetado una opinión, por no haber usado la censura previa, entonces se está sancionando la libertad de expresión.
En este caso la sanción es por USD 40 millones y los directivos han dicho que la empresa no llega a costar ese valor ¿usted seguiría a la cabeza si El Universo cambia de manos?
Eso dependería. Primero, yo no veo ese panorama como próximo. Segundo, en el momento en que una empresa cambia de manos las decisiones las toman los compradores. Tercero, los periodistas tenemos absoluto derecho para decidir si queremos trabajar para otra persona.
¿Si este diario fuera de Rafael Correa usted trabajaría para él?
No me hago esa premisa porque creo que El Universo va a seguir siendo un periódico independiente.