Ayer, a las 11:00, ‘Dalo’ Bucaram (PRE) indicó vía celular que su esposa Gabriela Pazmiño no podía conversar sino hasta después de las 12:00. Estaba grabando ‘Mega Match’, uno de los dos programas que conduce en TC Televisión, en Guayaquil. Esa es su rutina, incluso cuando la Asamblea está en su período de mayor actividad.
Los dos son asambleístas del PRE, él, nacional y ella, por el Guayas. En el primer año de labores, Pazmiño encabeza el listado de legisladores con menor número de asistencias a las 55 sesiones del Pleno. Apenas ha estado presente en 13. Y según se conoce también envió a sus suplentes para que la reemplacen en la Comisión de Salud, que integra.
Su papel de conductora ha sido la principal excusa. Su esposo comentó que sus programas ‘La guerra de los sexos’ y ‘Mega Match’ son franquicias internacionales y por eso le exigen más tiempo.
Además, Bucaram considera que esta actividad no es incompatible con su función en la Asamblea. Por eso critica a Paco Velasco (Alianza País) pues él es parte de una radio, en la que se tratan temas políticos, lo que para él sí genera un conflicto de intereses. Aunque Velasco no ha participado del espacio desde hace meses.
Bucaram defiende a su esposa recordando que “el sistema de trabajo en la Asamblea faculta a enviar a los alternos. Antes nos exigía un porcentaje de asistencias”. Sobre la participación en la Comisión de Salud dice que permite que suplentes especializados en el tema ocupen su lugar.
El art. 112 de la Ley Orgánica de la Función Legislativa indica que en caso de ausencia temporal o definitiva a las sesiones del Pleno o a las comisiones, los asambleístas principales pueden ser reemplazados por sus suplentes.
Pero no existe la posibilidad de perder la curul por inasistencias. Hay un reglamento de multas y sanciones, por el cual se les descuenta un porcentaje del sueldo si se retrasan o faltan.
En congresos anteriores hasta 1998 tampoco existió la cesación por ausencias. Las cosas cambiaron con el Código de Ética de la Legislatura, aprobado en ese año.
El ex diputado Marco Proaño Maya comenta que este contenía sanciones para quien dejaba de asistir durante 10 sesiones consecutivas en un mes, pero sin solicitar licencia o sin justificación. El diputado alterno podía reemplazarlo definitivamente…
Eso pasó con León Febres Cordero, quien en su etapa de diputado 2003-2007, argumentaba problemas de salud (la altura de la capital lo afecta). No fue cesado porque siempre pidió licencia. Su alterno, Xavier Sandoval actuó en su lugar en el Congreso.
Andrés Páez (ID) cree que es importante asistir al Pleno, a pesar de que es uno de los 10 asambleístas que menos lo hace. Estuvo en 36 de las 55 sesiones.
Este año, vivió un mes en España porque estudia una especialización en Derecho Laboral en la Universidad de Sevilla; se acogió a los 15 días de permiso de paternidad por el nacimiento de su hija y permaneció en cama siete días por un virus tropical.
Sin embargo, Páez se precia de ser uno de los asambleístas con mayor número de proyectos de ley presentados (18). Así que cree que asistir o no es relativo.
Los legisladores de otras bancadas también han participado poco de las sesiones del Pleno. Son los casos de Nicolás Lapentti (PSC) y Luis Noboa (Prian). Ellos han estado en 23 de 55 sesiones.
El oficialista Humberto Alvarado, padre de los secretarios de Comunicación y de la Administración, ha asistido a 24 sesiones. Se ausentó de las reuniones en la Comisión de Comunicación.