Hoy termina la campaña por la consulta y se vienen dos días de reflexión antes de las votaciones del sábado. El vicepresidente Lenín Moreno y el líder de Montecristi Vive, Alberto Acosta, opinan sobre estos 40 días de proselitismo.
‘La salida de Hodges pudo haber incidido’
Lenín Moreno. Vicepresidente de la República
“Me refería a un indulto del toro en la plaza. Si no fui claro disculpas”.
¿Por qué su figura irrumpe al final de la campaña?
Ya tenía preparadas las cuñas y quienes han organizado la campaña por alguna razón las han puesto recién en este momento. Si ellos consideran que en este momento es más importante que yo haga presencia, entonces estamos dispuestos a presentar nuestro contingente.
¿No será que su presencia al final de la campaña se debe a que hay un escenario adverso al Gobierno?
Eso lo ven los estrategas. En forma particular, la Vicepresidencia se ha ganado algún espacio en el corazón de los ecuatorianos. Y tiene el derecho de manifestarse a favor de la consulta.
¿Entonces los cálculos electorales no se encuentran tan bien como al inicio?
Es posible, aunque en ocasiones anteriores parecía que las cosas estaban empatadas, pero luego se disparó el Sí.
¿Qué temas afectaron?
Hay muchos factores que pueden haber incidido. Por ejemplo la salida de la señora (embajadora) Hodges.
¿Incidencia adversa?
Sí. Aunque es un tema que fue manejado por los medios desde su propuesta y orientación.
¿Admite que la relación con EE.UU. no fue adecuado en la coyuntura electoral?
El Presidente rara vez toma en cuenta el aumento de su capital político a la hora de defender principios, como la soberanía y dignidad nacional.
¿Quizá el objetivo de expulsar a la Embajadora fue que el electorado cierre filas alrededor de Correa, pero finalmente no ocurrió?
Créame que no se pensó en eso. Solo se analizó la necesidad de que se exija respeto al país. Ya en términos de practicidad de repente afectó, pero eso no importa cuando se defiende un principio. ¿Qué necesidad tenía el Presidente de hacer una consulta popular para exponer su capital político? Todo estaba correcto: Presidente y Vicepresidente tienen una popularidad alta, pero sin duda se consideró que no se podía esperar más para reestructurar a la Justicia.
¿El arresto a la mujer por un gesto contra Correa o el caso del ambientalista en Zamora también afectaron?
Puede ser, pero ¿qué le parecería si le dijera ‘hijo de tal, le diera un yucazo y le hiciera una seña con el dedo en este momento? ¿Sería eso libertad de expresión o una agresión?
¿Ud. hubiese pedido que se detenga a una persona en esas circunstancias?
Tengo una forma de pensar al respecto bastante diferente.
¿No lo haría?
No, pero estaría violando la norma que prohíbe emitir una grosería contra el Presidente.
¿Es una contradicción que como aficionado taurino diga que no se debe matar al toro de lidia en la plaza?
No. Cuando el Presidente puso en consideración del Gabinete las preguntas le dije que votaría en contra de aquella, a no ser que se considere mi propuesta: que se indulte al toro que ha entregado todo en la arena.
Pero Ud. sabe que después de lidiado ese toro ya no sirve y es apuntillado.
Es el acto en público de masacrar a un toro. Eso es lo que deshice del ser humano y de la estética. Estoy de acuerdo en que ese toro no puede seguir llevando una vida principesca como la que ha llevado durante 5 años.
¿Entonces no es cierta su cuña que dice que el toro merece el indulto porque eso no va a suceder?
Me refería a un indulto del toro en la plaza. Si no he sido claro mil disculpas.
¿Los trajes de luces que aparecen en los ‘spots’ son los que le regalaron dos toreros europeos?
Sí, y les manifesté mi opinión y les dije que si el pueblo dice no sabremos respetar.
¿No es poco delicado usar esos trajes cuando ellos pidieron que se mantenga la fiesta intacta?
No les engañé al decirles que la muerte en el ruedo desdice de la condición estética de la fiesta.
‘Habrán cavado su tumba si hay fraude’
Alberto Acosta. Ex presidente de la Asamblea Constituyente
“Hay un punto de inflexión en el correísmo; indica agotamiento”
¿El presidente Rafael Correa dijo ‘sin triunfalismos’ que el Sí triunfará. ¿Qué le dice a Ud. esta afirmación?
El triunfalismo se le acabó desde hace un par de semanas al Presidente. Cuando iniciaba el proceso, decía que ganaría 7 a 1. Más tarde anticipaba una goleada de 5 a 1. Cuando sus encuestas llegaron a un magro 3 a 1, hace dos semanas, entró en pánico.
¿La brecha entre el Sí y el No se ha cerrado?
Sin lugar a dudas. La ministra (Doris) Soliz habló la semana pasada de una diferencia de 2 a 1. Con la aparatosa caída del Sí y la constante subida del No la diferencia se achica día a día. Y todo esto considerando que la derecha oligárquica está haciendo una campaña de mínimos por el No, factor por el cual el Sí gobiernista ganaría en el feudo de la oposición conservadora.
¿Cuál sería un resultado adverso para el Gobierno?
Cualquier resultado bajo las cifras del referéndum del 28 de septiembre del 2008, cuando se ratificó la Constitución con un 64% de los votos emitidos: los válidos, blancos y nulos. Sería una derrota si el Sí, aunque le gane al No, no supera la sumatoria del No, blancos y nulos. Y si el Sí no supera al No, considerando solo los votos válidos en al menos dos veces, el Presidente en su prepotencia habría sido derrotado y su consulta deslegitimada. El impacto será más grave por el ahora previsible triunfo del No.
¿Se ha vuelto esta consulta en un plebiscito a la gestión del Primer Mandatario?
Eso es lo que pretende el Gobierno y algunos grupos de la oposición retardataria. Montecristi Vive, ha hecho una campaña por el voto reflexivo.
¿Correa llevó el debate a ese terreno?
En realidad Correa rehuyó el debate. Más allá de unos cuantos mensajes populistas, nunca expuso tesis y argumentos. Saturó el espectro político de insultos, descalificaciones, amenazas. Y, en su desesperación, recurrió a las viejas prácticas clientelares. Movilizó toda la administración pública en este empeño.
Regaló borregos, aumento los bonos, ofreció proyectos. No hay duda que Correa está dispuesto a pagar cualquier precio con tal de poder controlar la justicia; no le importa reeditar las prácticas de los gobiernos oligárquicos.
¿Más allá de los resultados del sábado: qué reflexiones le dejó a esta campaña?
Es motivador ver el despertar del pueblo, en todas las regiones. Hay nuevamente hambre por el debate político. La creciente politización de la sociedad es un punto positivo de esta consulta. Mucha gente no “se comió el cuento” del voto de confianza en el Presidente. Las encuestas presentan un voto diferenciado entre cada una de las preguntas. Eso demuestra que la ciudadanía, superando el temor, está dispuesta a ejercer su derecho a discernir, así como el agotamiento de la estrategia paternalista. Sea cual fuera el resultado final, el día 8 de mayo empieza otro capítulo en la lucha popular..
¿Cómo evalúa la campaña del Presidente?
Ha sido la campaña más millonaria de todas, pero la que menos ideas ha tenido. Sus mensajes, simplones y engañosos. Salvo Correa, en algunos temas, y el verdadero dueño de la consulta, Alexis Mera, el resto de voceros se ha orientado por el “catecismo” que les distribuyó el Gobierno para defender la consulta. Asistimos a un punto de inflexión en el correísmo que indica signos de agotamiento y declive.
¿Le inquieta que Omar Simon, presidente del CNE no asegure la difusión inmediata de los resultados?
Simon tiró por la borda años de su trayectoria como veedor electoral en su etapa de Participación Ciudadana, allá su conciencia. Me parece preocupante que los primeros resultados se den a través de las encuestas a boca de urna que presentará la encuestadora del Gobierno.
¿Teme un fraude?
Todo es posible. Pero un fraude sería intolerable y si esto llega a suceder, se habrán cavado su tumba política.