Lucio Edwin Gutiérrez Borbúa (Quito, 1957) busca una segunda estadía en Carondelet. La organización de su partido es su fortaleza. La falta de estrategia y olfato son sus debilidades. Sus ideas se han radicalizado. Su matrimonio se estabilizó.
Lo que quiere olvidar
El apoyo legislativo que dio a inicios del 2007 al Gobierno de Alianza País, para la instalación de la Constituyente que, en definitiva, fue el punto de partida para la acumulación de poder de Rafael Correa. Su prisa por recuperar sus derechos políticos en el extinto Tribunal Electoral y su anhelo de controlar la Contraloría para auditar a Alfredo Palacio, lo llevó a dar sus votos a Correa, sin beneficio de inventario. Su falta de olfato le impidió visualizar que el Gobierno -por su fuerza política- tenía el control de la coyuntura, al punto de coadyuvar a la destitución de 57 legisladores, entre ellos los del PSP. Además, falló en el análisis de escenarios electorales, al creer que en la elección de asambleístas constituyentes sería mayoría. Alianza País terminó controlando la Asamblea y eclipsando su figura.
Su patrimonio
124 dólares fue el Impuesto a la Renta que pagó en el 2011, según el SRI.
0 dólares declaró de Impuesto a la Renta entre los años 2003 y 2008, según el SRI.
2 sueldos Uno de ex Presidente de USD 5 200 y otro por coronel (r) de USD 2 200.
17 mil es el monto de un crédito que mantiene en el sistema financiero nacional.
165 ha es la extensión de la granja agrícola que posee en Tena.
2 casas una está en El Batán (1983) y la otra en el Condado (1997) en Quito.
Su talón de Aquiles
Una imagen que genera resistencias por su pasado político y sus dificultades para ejecutar acciones estratégicas son parte de sus debilidades. Según los consultores, el desgaste de su figura hace que su candidatura tenga como techo el 29% que logró en el 2009. Sin embargo, el mayor problema en ese punto es no haber tomado medidas concretas para mejorar su imagen en el electorado, apunta Santiago Nieto, director de Informe Confidencial. Aunque en las elecciones de ese año quedó segundo en la carrera presidencial y posicionado como el líder de la oposición, fue incapaz de articular una alternativa para el país. Su idea de formar un gabinete paralelo que fiscalice al Régimen quedó en el aire. Además, fue incapaz de mantener unido a su bloque: perdió a tres de sus 18 asambleístas.
Su pensamiento y su discurso
Renuente a que lo encasillen en la izquierda o en la derecha, su pensamiento se mueve al vaivén de la coyuntura política, sin camisas de fuerza. Ya lo demostró en Carondelet, donde no dudó en pactar con la izquierda, el populismo y la derecha. “Somos amigos de la izquierda o de la derecha, cuando el interés del país lo requiere”, dice su coideario, Fausto Cobo, quien lo define como un nacionalista de centro, con una visión pragmática. Ese pragmatismo hace que sus ofertas lleguen a rayar en el radicalismo. Regresar al porte de armas o la imposición de visa a los extranjeros lo evidencian. Su postura económica está más cercana al liberalismo: manejo fiscal responsable, apoyo a lo privado y acuerdos comerciales. Por eso el politólogo Jorge León dice que se trata de un populista de derecha.
Su fortaleza
Sus 28 años de formación militar son un punto determinante en su carrera. Su disciplina, conocimiento de la geografía y su estado físico se han trasladado a Sociedad Patriótica que, después de más de 10 años, se volvió en el partido más organizado del país, al punto que el propio Rafael Correa ha llegado a reconocerlo. Esa fortaleza lo ha llevado a ser la segunda fuerza del país, que recibió USD 791 000 en 2012 por concepto de fondo partidario. Los ex militares que lo rodean se jactan de conocer al dedillo cada rincón del país. Por ello, la tarea del Coronel se enfoca en el campo antes que en los medios. Sus bastiones están en la Amazonía y en la Sierra centro. Conserva contactos con sectores de FF.AA. que votan. Los resultados económicos de su gestión es su carta de presentación en campaña.
Sus hábitos y familia
Pese a la intensidad de la campaña, mantiene un régimen regular de ejercicios. Trote, natación o equitación son las actividades que prefiere. Aunque su círculo cercano dice que en la última temporada no ha tenido tiempo para un exhaustivo chequeo médico. Su alimentación se ha desordenado en los últimos meses, acarreándole problemas digestivos. Le espera una cirugía de su nariz por un cuadro de apnea que no le deja respirar bien en las noches. La operación de hace tres años no corrigió por completo el problema. Tampoco se ha alejado de los libros: en 2012 concluyó una maestría a distancia con la Universidad Nacional de España sobre Paz, Seguridad y Defensa. Lo que sí ha dado un vuelco es su vida familiar. Su esposa, Ximena Bohórquez, dice que a partir del 2009 su relación mejoró mucho.
Con quién camina y se rodea
Su hermano menor y director del partido, Gilmar Gutiérrez, es quien mayor influencia ejerce sobre él. Antes de tomar cualquier decisión, consulta con él. En el partido se cuenta que ninguna decisión de peso pasa sin la supervisión de ambos. Sin embargo, hay otros miembros de su familia que lo rodean. Aunque no aparecen en medios o en citas partidistas, su hermana mayor, Janeth, y su cuñado, Napoleón Villa, lo siguen acompañando. En los últimos meses no ha sido extraño que su pariente político haya frecuentado las oficinas de la sede de la lista 3, en Quito. En la otra orilla está su amigo Fausto Cobo. Pese a ser compañeros de armas, no está en su círculo íntimo. “Soy el amigo de los momentos difíciles”. Su ex canciller Patricio Zuquilanda es uno de los coidearios a quien más escucha.
“Mi lucha política no es por vanidad ni capricho, sino porque quiero reeditar los logros de estabilidad económica de mi Gobierno y de respeto a las liber- tades”.