Más ataques a los medios de prensa del país

 

 

En los últimos tres años, las cifras de incidentes en contra de la libertad de expresión en el país han aumentado. Los reportes anuales de la Relatoría Especial Sobre Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) así lo evidencian.

Por ejemplo, la CIDH, que es parte de la OEA, señaló un solo caso de violencia contra la prensa en Ecuador en el 2006. Fue el asesinato del reportero de El Telégrafo, José Luis León Desiderio, quien fue abaleado cerca de su casa en Guayaquil.En su informe del 2007, las alertas llegaron a 13. Entre ellas las declaraciones del presidente Rafael Correa, los juicios y amenazas contra reporteros. La tendencia siguió durante el 2008, con 12 reportes. Aunque la Relatoría felicitó al país por incluir en la Constitución normas que garanticen la libertad de expresión.

Para el 2009, el informe sobre Ecuador tiene 10 páginas y suma una veintena de hechos contra la prensa, desde declaraciones, detenciones, agresiones, etc.

“En Ecuador se ha presentado un creciente clima de polarización, en el cual las agresiones y amenazas contra periodistas y medios de todas las líneas editoriales se ha incrementado”

El informe, además, recomienda que “los agentes del Estado deben procurar disminuir el nivel de riesgo de las personas más amenazadas y adoptar mecanismos eficientes de protección”.

César Ricaurte, representante de Fundamedios, señala que no se puede asegurar a rajatabla que antes del 2006 no había incidentes en contra de la prensa. Pero, que existe una tendencia que tiene que ser analizada.

“Se podía suponer que sí hay un deterioro de la libertad de expresión, pero como antes no se cuantificaban las agresiones, no se puede decir que no existían”.

Desde el 2008, Fundamedios realiza un monitoreo de las agresiones o amenazas contra los periodistas y medios de comunicación. En ese estudio se detectaron 166 alertas contra el trabajo periodístico, ocurridas desde marzo del 2008 hasta abril de este año. Y su tendencia va en aumento.

En el primer año registraron 22 alertas, para el 2009 fueron 103 y en lo que va del año suman 41.

De este universo de denuncias, la mayoría (82) corresponden a atentados contra la vida o la integridad física de periodistas. También se identificó como principal grupo agresor a los funcionarios públicos (desde el Primer Mandatario hasta un policía). Según el reporte, de ese sector se generaron 69 alertas.Para registrar y analizar estas denuncias, Fundamedios aplica un sistema de trabajo a escala nacional. El organismo tiene el apoyo de una red de corresponsales en ocho zonas del país. Ellos recopilan información sobre una posible amenaza o la agresión que sufre un periodista o medio.

Ese reporte es transferido a la oficina central en Quito, donde es nuevamente estudiado, antes de emitir una alerta. Estos avisos son entregados por Fundamedios a organismos internacionales y difundidos en el país.

“El Estado debe tomar conciencia de que hay un problema, aunque quiera minimizarlo. Hay 166 agresiones y no se las pueden relativizar, las autoridades deben dar una respuesta”, dice Ricaurte.

En ese sentido, el presidente de la Unión Nacional de Periodistas, Vicente Ordóñez pidió en un comunicado que se respetara el derecho a la libertad de opinión y a los principios consagrados en convenios internacionales.

Entre ellos “no poner calificativos a la información, no establecer comisiones especiales para sancionar a los periodistas, no establecer controles de los contenidos en los medios de comunicación y garantizar el derecho al libre acceso a la información”.

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