A las 10:00 de ayer, en el parque El Arbolito había unas 100 personas para protestar por el proyecto de Ley Orgánica de Educación Superior (LOES). Para el presidente de la Federación de Estudiantes Politécnicos del Ecuador (FEPE), Eduardo Betancourt, la poca afluencia fue porque en la Sierra ya salieron a vacaciones.
En las afueras de la Asamblea Nacional, unas 70 personas -entre estudiantes y profesores- de la Universidad de Guayaquil portaban banderas amarillas. El rector de la institución, Carlos Cedeño, se mostró preocupado porque el texto final señala la creación de la Secretaría Nacional de Educación Superior, que tendría funciones de rectoría.
Al mediodía, 20 jóvenes de la Universidad de Loja se sentaron afuera de la Asamblea, mientras que los demás se retiraron.
Pero mientras en Quito la movilización fue pacífica, en la capital lojana resultó violenta. La casa de la Gobernación fue afectada por los manifestantes, alumnos de la Universidad Nacional de Loja, que con piedras destrozaron los cristales de puertas y ventanas de esa edificación ubicada en pleno centro de la urbe.
La Policía reprimió la marcha con gases lacrimógenos y logró desalojar a los estudiantes de los alrededores de la plaza central.
Bancos, almacenes y entidades públicas se vieron obligados a cerrar sus puertas, especialmente entre las 10:30 y 11:30, cuando se intensificó la protesta. Producto de esta segunda jornada de protesta resultaron cinco personas detenidas.