El presidente Rafael Correa ha utilizado el discurso de la defensa a su honra no solo para demandar a periodistas y medios de comunicación. Lo ha hecho también para reprender a ciudadanos comunes que, según el Presidente, han atentado contra la majestad del poder. Desde que se inició su mandato, en el 2007, se han presentado al menos 15 casos en los que la Fuerza Pública, encargada de la seguridad de Correa, ha detenido a ciudadanos que se han manifestado en su contra (ver fotografías adjuntas).
Y en su combate a lo que llama “los abusos de prensa”, el Mandatario ha recurrido a la Justicia para entablar millonarias demandas. Son los casos de El Universo y de los autores de ‘El Gran Hermano’. Los acusa de haberle causado daño moral. En esos juicios, están en juego USD 42 millones.
¿Se puede comparar las detenciones a ciudadanos con los juicios a la prensa? Dos ex colaboradores del Régimen critican el discurso de Correa y cómo hace respetar esta “magnificencia”.
“El concepto de la majestad de poder es arcaico y no aplicable en una real democracia”, dice el ex ministro de Gobierno, Gustavo Larrea. También asegura que este ha sido un pretexto para entablar millonarias demandas y para neutralizar la expresión ciudadana de rechazo.
Dice que los ciudadanos deben ser tratados por igual y si el Presidente exige respeto, “también debe respetar”. Así recuerda los agravios que han recibido periodistas y quienes alguna vez han cuestionado esa “magnificencia”.
La ex secretaria de los Pueblos, Manuela Gallegos, reconoce que si bien todas las personas merecen respeto, el presidente Correa, al no ser un ciudadano común, debe medir el nivel de sus respuestas y acciones.
“El Presidente ha perdido la noción del nivel de su poder”. Además asegura que se ha diluido la frontera en la que Rafael Correa actúa como ciudadano y como presidente. Cita como ejemplo el juicio a diario El Universo, que pese a ser un proceso de tipo privado, el apoyo del Gobierno y su aparataje ha sido evidente.