Una radiografía a la libertad de expresión y de prensa de la Región Andina sacó a la luz una tendencia preocupante. En los últimos años han sido usados los aparatos del Estado para menoscabar estos derechos.
Esa fue una de las conclusiones del estudio realizado por el Centro sobre Derecho y Sociedad, el Consorcio Desarrollo y Justicia, el Instituto de Defensa Legal y Freedom House. Estas organizaciones trabajaron en Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia para detectar cómo están las libertades de expresión y de prensa en esos países. Los resultados fueron presentados ayer en Quito, por los responsables del estudio.En ese informe se evidencia que existe un deterioro de la situación de la prensa. Antes del 2000, los países andinos, excepto Colombia por la violencia civil, mantenían condiciones para contar con una prensa libre.
Sin embargo, las circunstancias -especialmente políticas- cambiaron, hasta tener una calificación de “Parcialmente Libre”.
En el caso ecuatoriano, se “ha visto un moderado pero progresivo deterioro de la libertad de prensa, abandonando la categoría de País Libre en 1995, para ingresar hasta el día de hoy en la clasificación de “Parcialmente Libre”, reveló el informe.
El caso ecuatoriano fue presentado por César Ricaurte, director de Fundamedios. Él hizo un recuento de las condiciones que ha vivido el país para alcanzar esa calificación. Entre las condiciones se encuentran el incremento de las amenazas físicas y verbales contra periodistas, las políticas impuestas contra los medios y un discurso que intenta confrontar al Gobierno con la prensa.
Justamente, los presidentes Rafael Correa (Ecuador), Hugo Chávez (Venezuela) y Evo Morales (Bolivia) han mantenido un discurso duro contra los medios de comunicación, a los cuales consideran sus opositores.
Para las organizaciones que trabajaron en la investigación, “las autoridades pudieron haber contribuido, con sus declaraciones, a que ciertos grupos se consideraran autorizados para atacar a periodistas o a quienes expresan su crítica contra el gobierno”.
Esa situación también pudiera generar que la prensa se autocensure, que es otro de los peligros dentro de la libertades de expresión y de prensa en la región. Este estudio será presentado a la Corte Interamericana de DD.HH. y a la OEA, para que vigilen los casos.