Fundamedios se convirtió en blanco del ataque dentro del enfrentamiento que el Gobierno tiene con la prensa. Sus alertas sobre los atentados contra la libertad de expresión y ataques a periodistas incomodaron al Régimen.
Fundamedios se creó jurídicamente en el 2007, como un observatorio de los medios de comunicación, en busca de un periodismo de calidad, según consta en sus estatutos.
Sin embargo, esta idea nació tres años antes, cuando un grupo de periodistas de distintos medios de comunicación se organizó y creó La Redacción. Este era un espacio para exponer ideas, analizar el rol de la prensa y señalar lo que ellos creían estaba mal del oficio periodístico.
Este equipo lo integraron los periodistas Ana Karina López, Gustavo Khalifé, Ivonne Guzmán, Roberto Aguilar, César Ricaurte y Orlando Pérez, hoy subdirector del diario estatal El Telégrafo y ex funcionario de Fundamedios. El objetivo: crear un observatorio de medios para “mejorar la práctica del oficio”, señaló López.
El primer paso para concretar esta idea fue un taller con entrevistas y conferencias dictadas por el periodista argentino Jorge Lanata. En agosto del 2004, el reconocido reportero entrevistó a Carlos Vera y a Jorge Ortiz, sobre el trabajo de los medios y el rol que desempeñaban en los canales de televisión, en ese entonces.
A pesar del éxito logrado, La Redacción, poco a poco, se diluyó. César Ricaurte persistió en la idea de crear un observatorio de medios y así nació Fundamedios.
Desde mayo del 2007 hasta mediados del 2008, la flamante organización se centró en monitorizar a los medios de comunicación y en evaluar el cumplimiento de la Ley de Acceso a la Información. En los últimos dos años, cubrió un espacio que no había existido antes en el país: denunciar y registrar las agresiones en contra de periodistas y las violaciones a la libertad de expresión.
Este giro, según Ricaurte, director de la ONG, no fue casual ni de un momento a otro. “Nosotros defendemos la libertad de expresión y nos dimos cuenta que los ataques a periodistas afectan esa libertad. Por ello iniciamos con las alertas”, contó.
En el 2007, Fundamedios organizó las Jornadas de reflexión periodística: medios y sociedad, medios y poderes, y medios y Gobierno. A partir de esta experiencia, Fundamedios entendió que en el país no había ningún organismo que cuantificara y alertara sobre las amenazas a la libertad de expresión, lo que a escala internacional mostraba una verdad que no era real, sobre la situación del trabajo periodístico: que no había ataques a periodistas.
Desde julio del 2008 hasta septiembre de este año, Fundamedios emitió 291 alertas de ataques a reporteros, fotógrafos y camarógrafos de los medios de comunicación. Además restricciones legales al trabajo informativo. No solamente de medios privados sino también de los públicos.
Estas denuncias dieron origen al enfrentamiento que ahora mantiene con el Gobierno, pues muchas de sus alertas sobre violaciones a la libertad de prensa son responsabilidad del Estado.
El presidente Rafael Correa acusó a Ricaurte y a Fundamedios de ser actores políticos y de defender a grupos poderosos nacionales e internacionales y a los medios privados. Su principal crítica ha sido que recibe fondos de la Agencia para el Desarrollo de Estados Unidos (Usaid) y de la OEA. Aunque el Régimen también ha recibido fondos de estas organizaciones internacionales.
“Defendemos la libertad, no intereses de nadie. En esta sociedad que lamentablemente está tan polarizada se está de un lado o del otro. No caeremos en ese juego del Gobierno”, señaló Ricaurte.
Esta defensa lo llevó hasta la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), para exponer sobre los ataques que han recibido periodistas y el juicio que planteó el presidente Correa en contra de los periodistas que escribieron el libro ‘El Gran Hermano’ y contra diario El Universo.
Desde entonces, el Régimen inició una campaña para desmentir estas supuestas violaciones a la libertad de expresión. Ha emitido al menos cuatro cadenas nacionales, para desvirtuar la tarea de Fundamedios y acusar a los periodistas que expusieron ante la CIDH de tener vínculos con implicados en violaciones a los derechos humanos en el gobierno de León Febres Cordero. Estas cadenas, a decir de Ricaurte, iniciaron una serie de amenazas en su contra y de sus colaboradores.
El tema es investigado por la CIDH, lo que molestó al Ejecutivo. El martes pasado, el Canciller envió una carta a la Comisión en la cual la acusa de estar parcializado a favor de la ONG por recibir fondos de la OEA.
Para el catedrático Farith Simon, estas afirmaciones demuestran desconocimiento del trabajo que realiza la Comisión. “La CIDH es un órgano independiente de las políticas de la OEA. Al igual que el Gobierno cuestiona ahora a la Comisión, en su momento la cuestionaron las dictaduras de Chile, Argentina, Paraguay… Todos los Estados acusados de violaciones a derechos humanos tienen la tendencia”.
Según José Laso, director de Comunicación de la Universidad Andina Simón Bolívar, el trabajo de la ONG ha sido fundamental porque ha centrado sus líneas de trabajo en la observación de medios, de la libertad de expresión y en la capacitación a periodistas.
Esta área es una de las que se ha fortalecido en los últimos meses. Su proyecto Periodismo, Investigación y Nuevas Tecnologías (Perint) se inició en julio del 2010 y en un año de ejecución realizó más de 30 talleres de capacitación en distintos temas y en varias ciudades del país.
Además, se creó el Foro de Periodistas del Ecuador (Fope), en el que se discuten los temas de interés para los reporteros, como el proyecto de Ley de Comunicación, en trámite por la Asamblea.
Orlando Pérez cuestionó el trabajo de la ONG. Cree que Ricaurte busca “vender proyectos a donantes extranjeros, para recibir más fondos. Por ello, se convirtió en una especie de paladín de la libertad de expresión”.
Pérez dejó la ONG en el 2007 porque aceptó ser director de comunicación de la Asamblea Constituyente de Montecristi.
Las cifras
291 alertas de ataques a reporteros, recogidas desde julio del 2008. Van 51 en lo que va del año. En el 2010 se contabilizaron 116; en el 2009, 100, y en el 2008, 24.
Hugo Carro, ex empleado de la ONG, se separó porque no lo defendió cuando su programa de radio 8 Mandamiento, fue cerrado. “Ricaurte es amigo del propietario de la emisora, por lo que prefirió guardar silencio”. Ricaurte dice que se debió a un tema comercial, según investigaron en esa época.
Si desea conocer más sobre la ONG puede ingresar a su página web (www.fundamedios.org/) y conocer sobre sus donantes.