Los partidos colombianos que son parte de la oposición corrieron con suertes distintas en las elecciones legislativas del pasado domingo.
Mientras el liberalismo y el naciente Partido Verde alcanzaron un significativo respaldo en las urnas, el izquierdista Polo Democrático encajó una dura derrota electoral que compromete las aspiraciones presidenciales de su candidato, Gustavo Petro.
El Partido Liberal, liderado por el presidencial Rafael Pardo, se ratificó por 12 años consecutivos como la tercera fuerza política del país. En principio se pensó en una debacle del partido, que es crítico con las políticas de Uribe, pero las cifras dijeron lo contrario. Su significativa votación le permitió mantener a sus 18 representantes en el Senado y, aunque no se conocen aún los resultados de la Cámara de Diputados, se prevé que mantenga el 18% de representatividad. Con ello, la candidatura de Rafael Pardo toma un nuevo aire, que a inicios de marzo tenía un 5% en las encuestas.
Las elecciones también sirvieron para posesionar al Partido Verde. Por un lado, alcanzaron cuatro escaños en el Senado; y por otro su consulta presidencial tuvo gran acogida –aunque no termina el escrutinio se calcula que 1,5 millones de electores participaron-, de la que salió victorioso el ex alcalde de Bogotá, Antanas Mockus, que tiene la esperanza de pasar a segunda vuelta.
La otra cara de la moneda la afronta el partido Polo Democrático, que perdió a dos de sus 10 senadores. Luego de conocer el resultado, su presidente, Jaime Dussán, renunció.