No hay nada seguro en torno a la Ley de Comunicación. Primero porque asambleístas independientes, votos decisivos a la hora de inclinar la balanza a favor o en contra, no adelantan cómo votarán. Esperan revisar el alcance al informe final de este proyecto. Y segundo porque la falta de claridad en cuanto al día en que se desarrollaría la votación, genera nuevas especulaciones.
Asambleístas como César Montúfar, de Concertación, quien va por el archivo, alerta de “otra argucia de Alianza País”. Él asegura que ante la desesperación de no contar con suficientes adhesiones para aprobar el articulado, el oficialismo tiene un plan b. Para eso utilizaría la facultad de vetar la reforma a la Ley Orgánica de la Función Legislativa, que la Corte Constitucional le concedió al Primer Mandatario.
Así, señala Montúfar, el presidente Rafael Correa daría una salida al posible limbo en el que pudiera quedar la ley de medios de no haber votos para aprobarla o negarla. También, dice, el veto podría definir cuándo se configura el desacato de los legisladores al no aprobar la Ley de Comunicación, que es una de las normas que según la transitoria primera de la Constitución debían tramitarse hasta octubre del 2009, un año después de que se aprobara la Carta Magna.
Esta especulación se fundamenta en lo dicho por el oficialista Rolando Panchana, el tercero en presentar un proyecto de Ley de Comunicación, hace más de dos años. Él le dijo a este Diario que “un escenario complejo” se presentaría para Alianza País si no hubiera votos ni para aprobar ni negar la ley. Y reflexionó: si la Corte Constitucional actúa por incumplimiento u omisión, habría que demostrar que la Asamblea ha incurrido en ello.
Pero, añadió: “no quiero pensar en eso porque de repente antes del martes 10 o del día de la votación, llega el veto del Ejecutivo a la reforma a la ley legislativa”. Y afirmó que su bloque ya corrigió, en la reforma, el “vacío jurídico que se genera cuando no hay 63 votos para negar ni aprobar. Se puede hacer una segunda votación”.