Entrevista. Fidel Araujo. Mayor (r) del Ejército.
Han pasado meses desde que se dispuso que el juicio en su contra por el 30-S regresara a primera instancia y el caso aún está detenido en la Corte de Pichincha…
A pesar de que se demostró, en derecho, mi inocencia, los acusadores apelaron. Se dispuso que regrese al Tribunal Cuarto de Garantías Penales para que me juzguen nuevamente. Pero no porque hayan tenido una razón jurídica sino porque el peso del poder hace que ciertos administradores de justicia cumplan órdenes que rompen con toda norma jurídica.
¿Por qué cree que los jueces han violado las leyes?
Es claro lo que pasa. En el juicio por supuesta rebelión que se inició en contra de 14 policías, se realizaron audiencias públicas. Ahí nunca se aseguró que el tema de rebelión debe ser juzgado en audiencia reservada. ¿Por qué en mi caso sí? Los administradores de justicia deben saber lo que sucede y darse cuenta que en algún momento deberán enfrentar las consecuencias de haber tomado este tipo de resoluciones. Es una realidad.
¿A qué atribuye tanta demora en su proceso?
Al temor que algunos administradores de justicia le tienen a otro poder del Estado que coyunturalmente está fuerte. Si persisten en las injusticias, más temprano que tarde tendrán que reparar bajo la figura constitucional de la repetición.
Usted pidió una acción de protección, pero se le negó y está a la espera de que se tramite un recurso de hecho que presentó. ¿Cree todavía en la Justicia?
Espero que en mi caso actúen en derecho como el Tribunal Cuarto, que ratificó mi inocencia. Creo que ha habido una falta absoluta de principios básicos de un ser humano normal: justo, sensato, consciente. Y una falta de valentía moral, que es requisito indispensable para quienes administran justicia.
¿Cree que lo que ha sucedido en su proceso judicial es una persecución?
Queda a sus conciencias, pero quieren endilgar culpabilidad. Por ahora quizá lo logren, pero la conciencia no perdona la automentira, así que les faltará espacio mental para el mal que hacen, y que incluso les llevará a situaciones extremas en su salud.
Ahora que han pasado dos años desde la revuelta policial, ¿se arrepiente de haber opinado ese día?
Yo soy un libre pensador y las opiniones que se emiten no son un delito en un Estado democrático de derechos.
HOJA DE VIDA
Su experiencia. Es mayor retirado del Ejército. Fue acusado de incitación a la rebelión en el 30-S.