José Miguel Insulza no define su posición sobre idea de modificar la OEA

El secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, prefiere dejar en manos de los presidentes del continente la decisión sobre los cambios en el Sistema Interamericano, planteados por el Gobierno ecuatoriano.

Esto, a pesar de que el presidente Rafael Correa y el canciller Ricardo Patiño extendieron la invitación a Insulza con el objetivo de expresarle la necesidad de que se apliquen modificaciones en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y en su Relatoría Especial para la Libertad de Expresión.

Esta idea nació a finales del año pasado, luego de que la CIDH recibiera a un grupo de delegados de algunas organizaciones vinculadas con la prensa y la libertad de expresión, quienes denunciaron los supuestos ataques del Gobierno hacia los medios de comunicación y periodistas.

A partir de entonces, el Régimen emprendió una cruzada en contra de la Comisión y de su Relatoría Especial. En marzo pasado, el canciller Patiño presentó ante el Consejo Permanente de la OEA una serie de críticas contra la CIDH por su actuación en el caso de diario El Universo.

Incluso se propuso mover la sede de la Secretaría General de Washington a Panamá.

Sin embargo, esto es una decisión que deberán tomar los presidentes de todos los estados miembros del Sistema Interamericano.

Según el secretario Insulza, en la próxima reunión de Jefes de Estado, que se realizará a inicios de junio, en Cochabamba, Bolivia, se discutirán estos temas a profundidad; así como la reestructuración que planteó el Grupo de Trabajo de la OEA, en enero pasado.

Esta modificación establecía eliminar el financiamiento extra que recibe la Relatoría para la Libertad de Expresión y restringir el informe especial que realiza, entre otras reformas más.

En la reunión de ayer, el presidente Rafael Correa insistió en las críticas a la OEA. “Hemos elevado fuertes críticas a todo aquello, como nos caracteriza, con frontalidad y claridad”, afirmó.

E incluso ratificó que la intención del Gobierno es la creación de un sistema de Derechos Humanos paralelo “mucho más cercano y acorde con las necesidades históricas de las realidades de nuestra América. Sabemos que tú compartes esa pasión por la patria grande”, aseguró Correa.

Sin embargo, Insulza prefirió no pronunciarse sobre esta idea. “Yo no puedo hablar sobre lo que no se refiera a la organización que represento”, afirmó.

La invitación a la CIDH no tiene aún fecha definida

El 20 de abril pasado, la embajadora de Ecuador ante la OEA, María Isabel Salvador, invitó a la CIDH para que visite el Ecuador y se reúna con el presidente Rafael Correa, en junio próximo.

Sin embargo, Salvador informó que extraoficialmente los comisionados informaron que para esa fecha sería muy complicado visitar Ecuador. “Hay que entender que son siete comisionados y que deben cuadrar sus temas de agenda. Todos viven en distintos países y tienen ocupaciones fuera de la Comisión. Por ejemplo, la ex presidenta Dinah Shelton es profesora y no puede dejar sus clases de un momento a otro”, manifestó Salvador.

Pero el canciller Ricardo Patiño fue más drástico. “Han dicho que tienen problema de agenda, ojalá lo solucionen , sino lamentamos”.

La agenda

El secretario de la OEA, José Miguel Insulza, se reunió ayer en la mañana con el vicepresidente Lenín Moreno. Discutieron sobre el financiamiento y el apoyo  que recibe la Comisión Interamericana de Discapacidades, a cargo ahora de Moreno.

Moreno aseguró que son aportes “sicateros” los que reciben. Pues el único donante permanente de esta Comisión es Panamá, explicó Insulza.

Además, dialogó con la ministra de Justicia, Johana Pesántez.

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