El movimiento en los exteriores del coliseo de la Universidad Técnica de Ambato ayer fue intenso. A las 09:30, poco a poco, los 2 000 delegados de las 14 nacionalidades que participaron en el V Congreso de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), que arrancó el viernes, arribaban para el segundo día y el más importante de la asamblea.
Se debía elegir al nuevo Presidente de la organización, pero por la mañana temas delicados para los indígenas fueron analizados, como la posición frente al Gobierno y su política extractivista. Asimismo, se discutía el desarrollo económico y el cambio de la matriz productiva. Otro tema analizado a profundidad fue la Ley de Aguas que está en discusión en la Asamblea Nacional y las acciones que adoptará el movimiento indígena.
Todo ello demoró el inicio de las elecciones que estaba previsto para las 14:00. Pero hasta las 15.00, solo se habían discutido tres de los seis temas fundamentales de la agenda.
En el ingreso al recinto deportivo, un grupo de guardianes con gruesos maderos impedían el paso. “Solo entran las personas autorizadas; la prensa no lo está”, decían los jóvenes que vestían camisetas negras y tenían las caras pintadas.
Media hora después del inicio de la jornada de ayer, la plenaria arrancó con la severa crítica a los delegados del Movimiento Indígena de Chimborazo (MICH). A ellos se les acusó de un supuesto respaldo al Gobierno, puesto que es la única provincia en el país donde el Movimiento Pachakutik mantiene una alianza con Alianza País.
Delia Caguana, presidenta del MICH, amenazó con retirarse junto con sus 70 delegados. “No es la primera ocasión que ocurre; en todas las asambleas nos tratan como ‘vende patrias’ y ‘traicioneros al movimiento indígena’, pero eso es falso”, sostuvo. Sin embargo, señaló que su respaldo al Régimen se debe a que este financia varios proyectos que solucionan necesidades de los pueblos y nacionalidades.
Ya con la tranquilidad de regreso, a pedido de Luis Macas, presidente del Congreso, comenzaron a barajarse las primeras resoluciones. Y una de ellas fue que es necesario unificar las bases del movimiento. Por ello, la dirigencia debiera movilizarse hacia las organizaciones de segundo orden (provinciales) para conocer de cerca su situación.
“Vamos a bajar a las comunidades, porque nuestras organizaciones se levantan desde las comunas. Si no vamos, será casi imposible fortalecernos. En estos años hubo un descuido, tenemos que recuperar al motor de la Conaie”, dijo Macas.
P ara este acercamiento, no interesa lo que haga el Gobierno que, tal como los anteriores, busca dividirlos con “políticas que no están dirigidas al desarrollo de las comunidades”.
Mientras en el interior del coliseo se discutían las políticas, en las afueras se daban los cabildeos para obtener el respaldo para los candidatos. Al cierre de esta edición, nada estaba definido entre los aspirantes a presidir la Conaie: Jorge Herrera, por la Sierra; Rómulo Acacho, por la Amazonía, y Olindo Nastacuaz, por la Costa. También se planteaba el nombre de Mónica Chuji, quien no tuvo el apoyo de la regional amazónica, el Gonae, pero sí de los kichwas de Sucumbíos.