Domingo Paredes se juega el prestigio de hombre público en estas elecciones. La manera cómo conduzca al Consejo Nacional Electoral (CNE), en estos 42 días de campaña, así como en el respeto a la voluntad popular, que se exprese el 17 de febrero, serán los parámetros con los cuales uno de los hombres, por ahora con más poder en el país, se medirá ante la historia.
“No le vamos a defraudar al país”, dijo ayer en la mañana el titular electoral, durante su intervención en el enlace de radios independientes, donde se analizó el inicio de la campaña y se habló del día del periodista en Ecuador.
La frase de Paredes resulta indispensable al momento de analizar la coyuntura nacional. La promoción política de los candidatos, para captar el voto de los electores se acaba de iniciar. Pero las dudas y los temas pendientes no se han despejado. Paredes y el Pleno del CNE han tomado decisiones en los últimos días que abonan este terreno de incertidumbres.
La primera de ellas tiene que ver con la enorme ventaja que el oficialismo podrá sacar en esta campaña con la publicidad paralela de las entidades públicas del Gobierno central. Paredes insiste en que está prohibido que ministerios y otras dependencias usen recursos estatales con fines electorales. Pero donde el CNE no ha sido contundente es al momento de explicar qué pasará con la propaganda ‘subliminal’ que sin decir, vote por la lista 35, da un espaldarazo a la gestión del Presidente.
Las reglas electorales vigentes determinan que la única promoción pública permitida en un período electoral es aquella que debe informar sobre temas trascendentales y urgentes para la sociedad. ¿Es indispensable que un ministerio, como el de la Producción, haga publicidad de lo bien que está el país? ¿Dónde está la urgencia de hacer esa promoción que tiene más bien un trasfondo emotivo? Si bien el presidente Correa pidió licencia de un mes para dedicarse a ser candidato, Lenín Moreno, encargado del poder, seguirá realizando las sabatinas, en donde se evaluará la gestión del gobierno.
Paredes, en su entrevista de ayer, no fue categórico en pedir que esos espacios, así como las cadenas obligadas de la Secom, se suspendan totalmente por 42 días. Es lo menos que puede esperar el país, cuando en estos 6 años de correísmo, la propaganda y la comunicación del Gobierno han trazado la agenda nacional.
Un segundo tema donde la actuación de Domingo Paredes genera sorpresa es en el famoso informe sobre el art. 203 del Código de la Democracia, que se refiere al trabajo de la prensa en la época de campaña electoral.
Los esfuerzos de la Corte Constitucional, por vender la idea de que la prensa no será regulada más allá de que se verifique que los espacios para todos los candidatos estén manejados con total equidad, quedaron en nada.
Paredes introdujo un recurso de réplica a favor del candidato. La idea es que el CNE se convierta en el tramitador de las quejas de los sujetos políticos ante los medios, cuando se sientan que hay una campaña indirecta en su contra.
¿Es posible usar este poderoso instrumento sin caer en la subjetividad? Sobre todo, cuando los permanentes reparos que el Presidente del CNE pone al trabajo periodístico -igual que lo hace Correa-, han marcado su política de comunicación.
En entrevista con El Telégrafo, Paredes asegura que la prensa ya ha tenido tiempo suficiente “para sacarle los cueros al sol a cualquier aspirante. Pero el momento que inicia la campaña, por mandato constitucional, los medios tienen que abstenerse de emitir criterios a favor o en contra de un candidato”. ¿Qué es un criterio favorable o desfavorable, según la óptica del CNE? ¿Cómo tomará el organismo las publicaciones de la prensa, por ejemplo, sobre las recientes denuncias contra el vicepresidencial del oficialismo, Jorge Glas, de supuesto plagio de tesis de grado, que se han difundido en los medios? Estas son preguntas abiertas que Paredes ha respondido.
Sobre el caso de Glas, dijo que él tiene, por su condición de candidato, la posibilidad de solicitar el derecho a la réplica. Este recurso, incluso, cobijará a la propia actuación del CNE, cuando sientan que los enfoques periodísticos afecten la imagen del organismo.
Un tercer tema polémico de esta semana, tiene que ver con los tropiezos que ha tenido el pedido de Participación Ciudadana, para hacer un conteo rápido el día de los comicios (ver nota superior).
Los días comienzan a pasar, y muchas de estas decisiones se van dilantado. De las más importantes, son las pruebas del sistema informático para contar los votos.
¿Quién es? Preside el CNE desde hace un año, tras ganar el concurso en el Consejo de Participación. Su cercanía con el Gobierno marca su perfil.
¿Qué hizo? Comienza la campaña electoral y el CNE aún deja abiertas muchas dudas sobre la transparencia del proceso.
¿Qué dijo? “Ha existido tiempo suficiente para sacarle los cueros al sol a cualquier aspirante. Pero el momento que inicia la campaña los medios tienen que abstenerse de emitir criterios a favor o en contra de un candidato”.