En octubre del 2005, seis meses después de su derrocamiento, el ex presidente Lucio Gutiérrez asistió en Bogotá a un almuerzo ofrecido por el empresario David Turbay junto a un grupo de funcionarios del Departamento de Estado de EE.UU.
En esa reunión, Gutiérrez dijo que quería regresar al Ecuador, a pesar de que sabía que iba a ser apresado, para limpiar su imagen y volver a postularse en el 2006.
En ese almuerzo, el ex Presidente advirtió sobre los sentimientos antiestadounidenses que tenía el entonces ministro de Economía del gobierno de Alfredo Palacio, Rafael Correa.
Estas declaraciones aparecen en el cable 05BOGOTA9595, emitido por la Embajada de EE.UU. en Colombia y divulgada por Wikileaks. “Estoy preparado para pasar, dos, tres, cuatro meses en la cárcel para limpiar ni nombre”, dijo Gutiérrez. En ese almuerzo también participó su ex canciller Patricio Zuquilanda, quien dijo a los funcionarios de EE.UU. que Palacio iba a romper el acuerdo de la base aérea de Manta. Ambos alertaron sobre el creciente sentimiento antiestadounidense de Palacio y Correa.
Gutiérrez y Zuquilanda, según el cable, dijeron que la prensa ecuatoriana se sentía “castigada” por el papel que jugó durante su derrocamiento.
Buena parte del tiempo, advirtieron sobre el riesgo que, para ellos, representa el presidente de Venezuela Hugo Chávez “no solo para la región sino para todo el mundo”. Zuquilanda describió una reunión del Gabinete en el que el Ministro de Defensa ecuatoriano de ese entonces informaba que el Embajador de Venezuela en Ecuador estaba utilizando su Embajada para financiar viajes y entrenar a radicales ecuatorianos cuyo objetivo era la “revolución marxista”.
Gutiérrez dijo que “claro” que las FARC tienen bases en el Ecuador, pero que cuando fue Presidente trató de atacarlas cada vez que se las descubría.