El Gobierno persiste en su estrategia de divulgar el apoyo que sectores sociales afines brindan a su gestión, en momentos en que otras organizaciones critican su orientación política.
Como hace seis meses atrás, el Palacio de Carondelet fue la sede del Gabinete con los Movimientos Sociales liderado por el presidente Rafael Correa.
La reunión de ayer fue la segunda de su tipo, en la que se pasó revista a los acuerdos a los que medio año atrás llegaron el Gobierno y sus grupos sociales aliados.
Mujeres por la Vida, la Cámara Bolivariana de Economía Social y Solidaria; la Fenocin; la Coordinadora Nacional Campesina; la Organización Sindical Única de Trabajadores de la Salud, entre otras, fueron las organizaciones que visitaron el Palacio.
A ellos se sumó una de las figuras históricas del movimiento indígena: Miguel Lluco, quien fuera coordinador de Pachakutik, cuando se aliara con Sociedad Patriótica para llevar a Lucio Gutiérrez al sillón presidencial.
La tónica de las intervenciones fue una: destacar las acciones y políticas del Régimen. Y reiterar su apoyo en áreas sensibles como la minera, que fue un germen para las movilizaciones de la Conaie en el mes de marzo.
“Apoyamos la explotación minera, salvaguardando el cuidado a la Madre Tierra”, señaló Marcelo Solórzano, representante de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Sociales.
A su turno, el Presidente señaló que este encuentro refleja que su administración tiene un resorte social que lo sostiene. “Es un Gobierno de las mayorías”.
La reunión política de ayer fue organizada por las ministras Betty Tola (Política) y Doris Soliz (Desarrollo Social), quienes señalaron que estas iniciativas son parte de lo que llaman Alianza País “poder ciudadano”. A la cita también asistió el canciller Ricardo Patiño, quien combina sus funciones diplomáticas con actividades de política interna.