Tanto el presidente Rafael Correa como la ministra de Patrimonio Cultural, María Fernanda Espinoza, consideran que el sitio de las espadas de los líderes liberales Eloy Alfaro y Pedro J. Montero está en el Centro Cívico Ciudad Alfaro, en Montecristi.
Ambas autoridades expresaron esa postura frente a las declaraciones que Melvin Hoyos, director de Cultura del Municipio de Guayaquil, dio acerca de la tenencia de las espadas. El Cabildo reclamará la devolución de ambos objetos al Museo de la urbe debido a que fueron sustraídos del lugar el 11 de agosto de 1983 por miembros del grupo subversivo Alfaro Vive Carajo (AVC).
El sábado pasado, cuando se conmemoraron los 100 años de la muerte del Viejo Luchador, dos sables fueron dados al Presidente. Ese día Mireya Cárdenas, secretaria de Pueblos y ex combatiente de AVC, los entregó a Correa durante el programa realizado en Ciudad Alfaro.
Como parte de su habitual conversatorio de los martes con los medios de comunicación en Guayaquil, Correa dijo que “esas espadas fueron sustraídas del Museo del Municipio de Guayaquil y el delito está prescrito”.
Y agregó que “tenemos un nuevo museo exclusivamente dedicado a Alfaro. Entonces creemos que el lugar más idóneo para tener las espadas, con todas las facilidades, donde no se lo robarán nuevamente, es la Ciudad Alfaro en Montecristi, tierra natal de Eloy Alfaro”. Esos bienes llegaron en la década de los años 60 al Museo de Guayaquil. Fueron donadas por Colombia Alfaro, una de las hijas del Viejo Luchador.
También la ministra Espinoza habló sobre las espadas ayer, durante su visita a la urbe. Ella acompañó a Correa durante una actividad en el Comité Olímpico Ecuatoriano, norte de la ciudad.
La ministra negó que el Cabildo Porteño le haya enviado un pedido formal solicitando la devolución de las espadas. Y dijo que en el caso de recibirlo “habría que analizar el escenario legal”.
Sin embargo acotó que “en el pasado todo el legado de Alfaro estaba disperso, pero ahora hay una capital alfarista del país, que es Ciudad Alfaro y podría ser bueno para los ecuatorianos y para los manabitas que reposen ahí”.
Además, Espinoza dijo que se había realizado un peritaje que legitima “que son espadas que corresponden a la época alfarista”.
Paralelamente, la Sala de Prensa del Municipio de Guayaquil difundió una carta pública escrita por Hoyos. “¿No le correspondería a Patrimonio Cultural sugerirle al Presidente que así como se llevaron el San Biritute a su legítimo dueño, le entregue las espadas a su legítimo dueño que es el Museo Municipal ?”, expresó.
Y agregó que “estaremos a la espera de ver qué hace en esta ocasión el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural para ver si es coherente con sus políticas”. Desde la época del robo, el Museo Municipal ha transformado su infraestructura. Hoyos manifestó que en caso de recibir de nuevo las espadas de acero y bronce, estas ocuparán un espacio junto a otras pertenencias de Alfaro.
Además, expresó que hay un video que servirá para poder determinar si las espadas, actualmente en Ciudad Alfaro, son las mismas que estaban en el Museo. “Existe un video donde se encuentra registrada la imagen de esas espadas, de la época en la que Carlos Vera hizo un reportaje a Alfaro Vive Carajo”.
El director de Cultura del Municipio no pudo determinar si el alcalde Jaime Nebot ya había enviado la solicitud de devolución al Ministerio de Patrimonio. Sin embargo, dijo que ya había entregado los recortes de periódicos que recogen el robo en sus ediciones del 12 de agosto de 1983.