Entrevista a Fander Falconí, miembro de la directiva de Alianza País Nacional
Más allá de los problemas de la campaña y del supuesto sectarismo, ¿cree que hay errores de la gestión del Gobierno que incidieron en el resultado electoral?
Todo proyecto político es construido y ejecutado por seres humanos, y que por tanto puede tener falencias. Si existieron falencias, es conveniente que los responsables las rectifiquen, pero yo no estoy para sentenciar errores y hacerle el juego a la derecha.
¿El descontento de los jóvenes por el fin de la Iniciativa Yasuní pasó factura al presidente Rafael Correa?
Tengo una posición muy clara respecto al proyecto y todo el país lo sabe.
¿Es el momento ideal para que los grupos ecológicos impulsen la consulta?
Es interesante que en este momento se retome este tema, como si hubiese dejado de estar presente y súbitamente reaparece (…) Nuevamente: el país conoce mi posición frente al tema, y ella no ha cambiado.
Entonces, ¿mantiene su postura de que el Yasuní sea sometido a consulta?
La Constitución abre esta posibilidad y estipula los requisitos. Una democracia vigorosa se sostiene en la participación, en la opinión constante y bien informada de la ciudadanía en temas trascendentales.
El Gobierno dice que hay un reposicionamiento de la derecha por la derrota en Quito. ¿Qué riesgo pudiera presentar esta supuesta Alcaldía de derecha?
En Guayaquil, la estructura clientelar del PSC no ha podido ser derrotada, porque no se ha modificado la estructura socioeconómica del puerto. El caso de Quito ha sido históricamente distinto, y hasta antes de Augusto Barrera la ciudad estaba controlada por otro tipo de oligarquía. En muchos momentos de la historia esas dos oligarquías no han tenido empacho en aliarse para perjudicar al país. Ese es el peligro que se abre en esta coyuntura.
¿Es saludable una derecha política en una democracia?
Es necesario que se expresen todas las fuerzas políticas en forma democrática. Las últimas elecciones han demostrado que la derecha puede participar y ganar espacios, contrario a lo que una parte de la prensa ha venido sosteniendo desde que A. País ganó las primeras elecciones en 2006.
¿La salida a la crisis interna de A. País es la reelección indefinida? ¿Usted la apoya?
Este es un tema de complejidad y trascendencia histórica, suficiente como para discutirlo en forma responsable en el seno del movimiento. La decisión que se tome tiene alcances como para que sea el producto meditado y responsable de un colectivo convocado para reflexionar sobre ella.
¿Se acentúa el caudillismo de Correa?
Es necesario diferenciar entre caudillo y líder. Todo proceso histórico de cambio requiere de líderes.
¿Correa es un caudillo?
Es un líder popular, con enorme popularidad.
Si el Gobierno insiste en que ganó las elecciones, ¿la propuesta de reelección indefinida no evidencia que el asunto siempre estuvo en la agenda oficialista?
Le recuerdo que yo ya no estoy en el Gobierno. De todos modos, no siempre estuvo en la agenda. Tan es así que la reelección indefinida no fue aprobada en la Constitución de Montecristi, buque emblema de la revolución ciudadana.
Un buque ya reformado y que tendrá otra en camino.
Toda obra humana es perfectible. En mi caso quisiera que cualquier enmienda constitucional sea para avanzar hacia convertirnos en mejores seres humanos, lograr más justicia, equidad y mejores opciones.
¿Por qué le cuesta a A. País tener relevos políticos?
Este punto debería ser uno de los más importantes de una seria reflexión en A. País. La revolución ciudadana no comienza ni concluye con una persona. Al contrario, es un proyecto que supera a las personas y esa es mi preocupación actual.
¿Cree que si A. País tuviera otra figura nacional tendría que plantear una cuarta candidatura de Correa?
Hay muchas figuras nacionales. Pero no se puede desconocer la gran gestión, con popularidad incluida, del Presidente.
¿Qué correctivos debiera tomar el Presidente en su gobierno para recuperar el respaldo perdido?
Bajo el supuesto no consentido de que se ha perdido respaldo, esta pregunta la debe formular al Presidente.
¿Ud. qué piensa?
El respaldo aún está intacto. Justamente por eso el pueblo no puede ser traicionado en sus expectativas.
¿Eso se soluciona solo con cambiar ministros?
El Presidente tiene la potestad de confirmarlos o no.
¿Regresaría al Gabinete?
Es necesario defender el proyecto. No requiero un cargo público para hacerlo.