César Carrión, ex coronel de la Policía, acudirá a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), para plantear un juicio contra el Estado, por los daños y perjuicios provocados por lo que considera una persecución política desde el Gobierno. Así lo confirmó su abogado Stalin López.
La defensa del ex oficial de Policía aseguró que esta decisión fue analizada luego de que Carrión quedó definitivamente expulsado de la institución a la que sirvió por 31 años. La razón: el Consejo de Generales de la Policía Nacional negó la reconsideración de la resolución mediante la cual se le comunicó su separación de la institución, en diciembre pasado.
Según los generales del órgano superior policial, Carrión adecuó su conducta durante la revuelta policial del 30 de septiembre y atentó contra el prestigio y el honor de la Policía.
El ex director del hospital policial fue acusado de intento de magnicidio contra el presidente Rafael Correa durante los hechos del 30-S. Sin embargo, la justicia ecuatoriana ratificó su inocencia, en dos instancias.
Janeth Orbe, esposa de Carrión, sostiene que los “generales se prestaron a una cochinada”. Asegura que lo que hicieron fue cumplir las órdenes de Correa, quien en una de sus sabatinas ordenó que Carrión debía ser dado de baja. Además contó que actualmente su esposo y su familia son víctimas de una persecución. “Agentes de inteligencia nos persiguen en camionetas, a toda mi familia, todo el tiempo”, dijo Orbe a la vez que recordó que desde el 27 de octubre del 2010, cuando su esposo fue apresado “su vida ha asido un calvario, hemos vivido un infierno”. Por ello asegura que en Washington el mundo conocerá la verdad de una persecución política que afectó a la tranquilidad de su familia.
López criticó que la decisión de los generales se haya basado en parte en dos declaraciones que no fueron validadas por la justicia. Se trata de los relatos del periodista Hólguer Guerrero y la funcionaria de Gobierno Iroshima Villalba.
Hoy, a las 10:00, Carrión acudirá a la Comandancia para hacer una entrega simbólica de su arma y de sus uniformes. También hará pública una carta.