Empleados en plantón por El Universo

La  protesta.    El plantón se inició  en Escobedo y 9 de Octubre. Luego se extendió por dos cuadras. En dos ocasiones    los trabajadores  intentaron    llegar al Consejo de la Judicatura, donde se dio  la audiencia. Mario Faustos /EL COMERCIO

La protesta. El plantón se inició en Escobedo y 9 de Octubre. Luego se extendió por dos cuadras. En dos ocasiones los trabajadores intentaron llegar al Consejo de la Judicatura, donde se dio la audiencia. Mario Faustos /EL COMERCIO

Esperó de pie en Escobedo y 9 de Octubre. Vicente Montoya llegó a las 09:00. En su casa, muy temprano, había leído la edición de ayer de El Universo. Al ojear sus páginas se enteró del plantón que alistó el Comité de Empresa del diario en contra de la demanda planteada por el presidente Rafael Correa.

“Trabajé 21 años en este periódico. No es justo que lo quieran quebrar por el capricho de algunos”, dijo el hombre de 71 años.

La protesta empezó en una de las aceras del edificio en donde el rotativo funcionó por 62 de sus 90 años de creación. Pero al poco tiempo se tomó varias calles.

Periodistas, secretarias, canillitas, directivos y jubilados se amontonaron con carteles, globos y pitos. ‘Libertad Sí, censura No’ y ‘Si El Universo quiebra se rompe la democracia’ eran algunas de las frases que resaltaban.

Bajo la luz roja del semáforo los manifestantes llevaron su mensaje a los conductores. Algunos respondieron sonando su claxon; otros simplemente aceleraron.

La respuesta de los transeúntes fue similar. Varios se detuvieron a ver curiosas frases como ‘80 millones>166 apartamentos en Bélgica’. Otros, en las esquinas, leyeron el título en portada de El Universo: ‘Hoy Correa nos lleva ante Corte por la opinión de un columnista’. Pero también hubo gritos en contra. “Siempre han manejado el poder, ahora paguen”, era un comentario al paso.

En medio del estruendoso tráfico resonó la estación Radio City (parte de la CA El Universo). El dial 89.3 transmitió en directo lo que sucedía a seis cuadras. Era el reporte de la audiencia que se daba en el Consejo de la Judicatura.

Julio Saavedra y Eduardo Vargas oyeron atentos. Ambos ingresaron a El Universo por 1940, como Montoya, y se dedicaron a la tipografía, poniendo las letras para imprimir las noticias. “Fueron millones de letras, todas orientadoras”, dijo Vargas. En cambio, Saavedra recordó que no es la primera vez que el rotativo enfrenta una demanda. “Antes lo hizo el dictador Federico Páez. Después lo cerraron en el tiempo de Guevara Moreno. Y en todas triunfamos”.

Pasadas las 10:00 el plantón se tomó dos cuadras de la 9 de Octubre. La Policía vigiló la manifestación y los canales de televisión armaban sus equipos en la calle.

Por dos horas, reporteros y fotógrafos del diario fueron la noticia. Muchos no dieron opiniones ni nombres. Solo señalaron el estampado en sus camisetas: ‘La libertad de prensa hizo posible conocer estos casos: el comecheque, el Gran Hermano, la Pichicorte, los neonatos’. A ellos se unieron figuras como Carlos Vera y Christian Zurita. “Como periodista me siento perseguido al igual que el diario”, dijo Zurita.

Las redes sociales fueron otro campo de debate. En Twitter, en 140 caracteres, aparecían posturas a favor y en contra. En su cuenta, Nicolás Pérez Lapentti, uno de los directivos de El Universo, narró al detalle la audiencia, desde el calor en la sala hasta su parco encuentro con Rafael Correa.

A las 11:00, por sorpresa, Nicolás y sus hermanos Carlos y César Pérez Barriga llegaron al plantón. Entre abrazos y fotos explicaron el pedido de conciliación planteado y la negativa por parte del abogado de Correa, Alembert Vera. “El Presidente ha declarado a El Universo como su enemigo...”, dijo César Pérez. Cerca, don Vicente Montoya los respaldó. “Sigan el ejemplo de su padre, don Carlos Pérez Perasso”.

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