El Gobierno de los Estados Unidos tiene oficialmente un nuevo representante diplomático luego de 14 meses.
Es el embajador estadounidense Adam Namm, quien ayer presentó sus cartas credenciales ante el Gobierno. Pese a la importancia que significa para el país tener nuevamente un delegado de EE.UU., el presidente Rafael Correa no pudo recibirlo personalmente. En su lugar delegó al vicepresidente Lenín Moreno.
Así, fue el Segundo Mandatario quien dio la bienvenida al representante de Barack Obama. En la ceremonia también recibió las cartas credenciales de los embajadores Ricardo Lozano (Colombia), Víctor Fagilde (España) y Ganeson Sivaguru (Malasia).
Namm arribó al país el miércoles 30 de mayo y aseguró que trabajará por fortalecer la relación entre los dos países.
De hecho, el nexo entre Ecuador y Estados Unidos se vio afectado luego de se filtrase un cable de Wikileaks. En ese documento, la anterior embajadora Heather Hodges informaba que el presidente Correa había nombrado al general Jaime Hurtado como jefe policial, pese a supuestos actos de corrupción del oficial.
El contenido de ese cable irritó al Régimen, al considerarlo como una injerencia de EE.UU. en la política interna del Ecuador. Por ello, el Mandatario expulsó a Hodges, quien se negó a dar explicaciones sobre el asunto.
Como respuesta, el Gobierno estadounidense también expulsó al embajador ecuatoriano en Washington, Luis Gallegos.
Ese ‘impasse’ diplomático duró cinco meses, hasta que en septiembre del 2011 ambos países anunciaron que nombrarían nuevos embajadores, para recomponer las relaciones.
Namm ha advertido que no tendrá ningún reparo en criticar al gobierno de Rafael Correa en caso de ser necesario. Estas declaraciones las realizó en septiembre del año pasado durante una audiencia ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense.
“No rehuiré de ninguna manera las críticas al Gobierno de Ecuador cuando se justifiquen, simplemente porque nuestra Embajadora anterior fue expulsada”, manifestó Namm.
Tras la ceremonia, Ricardo Lozano, embajador colombiano, dijo que su gestión apuntará a construir una relación positiva entre Quito y Bogotá. Uno de sus primeros pasos al frente de la misión diplomática será trabajar en la organización del primer gabinete binacional, que se desarrollará en los próximos meses.