Alexandra Ocles no ha podido superar el desafío que sus antecesoras, Doris Soliz y Manuela Gallegos, tampoco alcanzaron: ser un puente entre la Conaie y el Gobierno Central.
El enfrentamiento que mantiene el presidente Rafael Correa con la organización indígena más grande del país se agudiza con el paso de los días. Mientras su dirigencia afronta cuatro procesos judiciales por supuesto sabotaje y terrorismo, la titular de la Secretaría de los Pueblos ha demostrado tener poco interés por ser una mediadora.
Detrás del conflicto entre Correa y la Conaie hay un trasfondo político, jurídico y constitucional. Los indígenas justifican sus movilizaciones en el artículo 98 de la Constitución, que garantiza el derecho a la resistencia. Mientras que el Gobierno le resta importancia a sus protestas.
Mientras tanto, la Fiscalía ha iniciado cuatro indagaciones de oficio para detener las movilizaciones indígenas y los bloqueos en las vías en protesta por las acciones del Gobierno.
El caso más reciente es la investigación que se abrió en contra del presidente de la Conaie, Marlon Santi, y el de la Ecuarunari, Delfín Tenesaca. Ellos fueron acusados de supuesto sabotaje y terrorismo por las protestas del 25 de junio pasado, en Otavalo. Estos cargos derivaron en una indagación previa.
Los indígenas querían participar en las mesas de diálogo que se realizaban en el marco de la Cumbre de los Pueblos Indígenas de la Alba. Sin embargo, la Conaie no fue convocada. Esto causó malestar en su dirigencia que en el 2007 terminó apoyando a Rafael Correa.
¿Qué ha hecho Ocles en este conflicto? Su polémico papel más bien es por omisión.
Tres hechos han marcado su política frente a los indígenas. Primero, Ocles estuvo a cargo de la organización de la Cumbre de los Pueblos de la Alba. A pesar de los reiterados pedidos de la Conaie para ser invitada, ella resolvió no hacerlo. Siguió la ruta que fijó el Ejecutivo, evitando acercarse a la Conaie.
En una entrevista concedida a este Diario, reconoció que “no son momentos fáciles, la relación de los movimientos sociales con el Gobierno pasa por una agenda programática y desde la Secretaría la estamos construyendo”.
Un segundo hecho que marca su débil accionar es que no ha sido mediadora en estos conflictos, Ocles ha seguido a rajatabla la política del Gobierno de restarle importancia a la Conaie sin debatir sobre el derecho a la resistencia que la Conaie reivindica según la Constitución.
Una muestra de ello fue la entrevista que concedió el 25 de junio al periódico oficial El Ciudadano, el día de la Cumbre de la Alba. A pesar de que indígenas de varias provincias se movilizaron a Otavalo, y terminaron por rodear el coliseo donde la Cumbre se desarrollaba, la funcionaria aseguró que las relaciones con las organizaciones indígenas son buenas. Manifestó que en la cita se recogieron los planteamientos de los movimientos sociales.
Ocles minimizó el conflicto, pero la Fiscalía de Otavalo acusó a Santi y Tenesaca de terrorismo, sobre la base de un parte policial que daba cuenta de la pérdida de unas esposas metálicas.
Ocles es criticada por la Conaie por querer dividir al movimiento a través de una política clientelar. Un ejemplo de ello es la entrega de frecuencias de radio a 14 nacionalidades indígenas. El proyecto no solo incluye el manejo del espacio radioeléctrico, sino que la Secretaría de Pueblos se ha comprometido a financiar los equipos necesarios para montar radios comunitarias.
Esto está previsto que se concrete hasta finales de mes, pues esta semana se resolvió ampliar el plazo para que las comunidades concluyan los trámites.
Según los dirigentes de la Conaie, Ocles no ha mantenido ninguna reunión con ellos, para escuchar sus inquietudes.
La única cita en la que coincidieron fue hace tres meses, cuando el Consejo de Desarrollo de los Pueblos y Nacionalidades (Codenpe) invitó a los dos grupos a un taller para tratar sobre la educación pluricultural. Al encuentro solo acudió el subsecretario de Pueblos, Orlando Pérez.
Ocles, de 38 años, siempre ha estado vinculada con los movimientos afroecuatorianos mas no con los indígenas.
“Yo soy afroecuatoriana, revolucionaria, y una revolucionaria de los afroecuatorianos. Y desde esa, mi realidad, mi identidad, me entiendo con la revolución ciudadana. Soy su militante activa y su crítica positiva, porque me debo también a mis mujeres negras, que no me van a dejar equivocarme fácilmente…”, señala el perfil de su blog personal.
Quién es
Alexandra Ocles es secretaria de Pueblos y Movimientos Sociales. Nació en Quito, en 1972. Obtuvo la licenciatura en Ciencias de la Educación, en la Universidad Politécnica Salesiana.
Qué hizo
Ha evitado mantener contactos con los movimientos indígenas. No ha mediado en los conflictos surgidos entre el Gobierno y la Conaie, cuyos dirigentes fueron acusados de terrorismo y sabotaje.
Qué dijo
“Los movimientos sociales tienen que replantear sus luchas que están en la Constitución. Eso necesita voluntad política de los distintos sectores y eso pedimos desde el Estado hacia los sectores sociales”.