‘El sector indígena no ha entendido que en el país hay un Gobierno y un Presidente. Que vayan a amenazar a su casa. A mí no me van a asustar…”, dijo ayer el presidente Rafael Correa en Riobamba.
Según Correa, son 1 500 personas que quieren generar el caos en el país con las movilizaciones. “La dirigencia no tiene la capacidad de movilización, la mayoría del pueblo está con nosotros, ellos se movilizan financiados por fundaciones extranjeras”.
Correa cuestionó que la dirigencia indígena hable de democracia y que quiera imponer su agenda. “La dirigencia empezó diciendo que con la Ley se pretende privatizar el agua, luego que les íbamos a entregar a las mineras, mienten…”, dijo en su visita a la empresa Cemento Chimborazo, a 15 minutos de Riobamba.
Correa llegó a las 09:00 al aeropuerto de Riobamba y luego fue al poblado San Gisel, en el cantón Colta. Allí, anunció la entrega de 580 casas. Luego se reunió con los directivos de la cementera.
Según el Presidente, la dirigencia indígena busca manejar la distribución del agua a través de la conformación de un consejo plurinacional. “El agua no es de la Conaie sino de todos”.
Aseguró que hay que respetar la Constitución que establece una autoridad única del agua “Qué elección ha ganado la Conaie que quiere manejar el agua”.
Según Correa, en el tratamiento de la Ley en la Asamblea hubo errores al demorar ocho meses su aprobación. “Pierden tiempo y al parecer se dieron más plazo. Ayer se debía cerrar el debate, están cayendo en error tras
error”.
Pese a que el Mandatario minimizó la fuerza de las marchas, fuentes de la Presidencia informaron que ayer, pasadas las 17:00, convocó a un comité de crisis para analizar la situación. Se analizaron las acciones que tomará el Gobierno y los frentes que deberá contrarrestar.