Incomodidad entre la oposición y conformismo en buena parte del bloque de Alianza País. Eso dejó el veto total del Ejecutivo a la reforma a la Ley Orgánica de la Función Legislativa. A través de ella, la oposición intentaba cambiar el método de fiscalización para que el Pleno sea el que decida si acepta o no un pedido de juicio político, lo que ahora está en manos de una mesa.
Ayer, a las 13:22, los asambleístas conocieron oficialmente del veto. A esa hora, la Secretaría envió la objeción a través del correo electrónico interno. Pero, desde el lunes en la noche, los oficialistas supieron del tema de boca de sus coordinadoras. Horas antes, Gina Godoy y Paola Pabón participaron de la reunión del buró. En ella, según Godoy, intentaron persuadir a Rafael Correa. Pero luego se alinearon: “Busca evitar que la oposición entorpezca la labor legislativa y busque protagonismo”.
Pedro de la Cruz comentó que esperaban un veto parcial, aceptando los temas que el bloque aprobó. Por ejemplo, que el titular del Legislativo decida sobre la conformación de la escolta, que tras el 30-S ya no es policial sino militar, y que les ha obligado a funcionar con una serie de estados de excepción. También le incomodó que se dejara sin piso la reglamentación de la consulta pre legislativa, para continuar con el trámite de las leyes de Aguas y Cultura.Aunque señaló que Correa, en su veto, prevé acoger la sentencia de la Corte Constitucional del 21 de abril del 2010, a fin de que el Consejo de Administración de la Legislatura dicte una normativa al respecto.
El presidente Fernando Cordero, a través del Twitter, ratificó que la pre legislativa se hará en mayo. No hizo más declaraciones Y no asistió a la reunión del bloque.
Virgilio Hernández admitió que “ese veto total era lamentable”. Recordó que él indicó que la reforma contenía “aberraciones jurídicas”, pero también cambios importantes. Eso demuestra, según él, que “mientras en la bancada hay esfuerzos por mantener corresponsabilidad política con el Ejecutivo, desde la Secretaría Jurídica de la Presidencia, donde se elaboran los vetos, hay poca coherencia e incomprensión sobre el papel del bloque”.
Fausto Cobo (PSP) dijo que no quisiera estar en los pantalones de Cordero. Y recordó que en el Código de la Democracia se introdujo “de yapa, la censura a la prensa, tema que no se debatió”.
Andrés Páez (ID) y César Montúfar (Concertación) coincidieron en que Correa enviaba un mensaje: “yo me impongo y no me importa lo que digan mis asambleístas”. A Vicente Taiano (Prian), ponente de la reforma, le sorprendió que no se respeten las propuestas de Cordero.
Este veto total, para la oposición, es una señal de que Correa da poca importancia a los acuerdos a los que llega el legislativo. Así, el ambiente para aprobar la Ley de Medios se vuelve más hostil.
Una carta crítica a Cordero
Como una balde de agua fría cayó en la Asamblea, la carta que Correa le envió a Cordero, el lunes 9 de abril, dos días antes de la votación de la ley de medios .
En ella critica la expedición de exhortos para declarar estados de emergencia en las regiones, indeminzar a ex trabajadores, pagar retroactivos a la Fuerza Pública. Correa le pregunta a Corderó qué haría si él los exhortara a trabajar más, a no perder tiempo en discusiones baladíes, a que sus miembros no viajen tanto…
Para la oposición esta es una forma “irrespetuosa” de afectar la independencia de los poderes.
Y mientras oficialistas como Ángel Vilema, cree que lo mejor es evaluar qué resoluciones apoya el Pleno, descartando pugna de poderes, Cordero apuntó: “Hay exhortos y exhortos. Los primeros son legítimos en una democracia del siglo XXI. Los otros si son impertinentes hay que ignorarlos”.
Punto de vista
Franklin Ramírez, politólogo Flacso
El tiempo electoral los mueve
En la reforma estaba en juego la fiscalización, el Gobierno posterga ese tema para después de las elecciones. Es una decisión marcada por el tiempo político, con un veto total solo en un año se lo podrá discutir otra vez. Pero eso supone desgastar la capacidad de la Asamblea de construir ciertos acuerdos. Un veto total es una señal de que en la bancada de A. País no fluye la discusión político programática. Es legítimo que el bloque coordine acciones y llegue a acuerdos con el Ejecutivo.Pero no que se le reste margen de maniobra. Aunque esto es un efecto del modelo presidencialista. Deben tratar la ley de Aguas y Culturas con un reglamento, sería un desacierto empantanar temas, reclamados por los movimientos sociales.
Otros vetos totales del Presidente
Ley del comerciante minorista, que incluía acceso a seguridad social y a programas gubernamentales.
La reforma al Código Orgánico de la Función Judicial, cuando María Paula Romo presidía Justicia.
La ley de Desarrollo Fronterizo, trabajada por la Mesa de Gobiernos Autónomos, con mayoría de A. País.