El desgaste afecta a los Kirchner

Hay clima de fin de ciclo en la Argentina. Los siete años que lleva el matrimonio Kirchner en el poder empiezan a desgastar la gestión presidencial y todo hace pensar que habrá un recambio en los comicios del 2011. Pero, paradójicamente, el horizonte político para esas elecciones es tan incierto que hay una extensa lista de potenciales candidatos de la oposición y del oficialismo dispuestos a suceder a Cristina Fernández.

Si bien la Presidenta y su esposo, el ex mandatario y actual diputado, Néstor Kirchner, han caído estrepitosamente en las encuestas, no ha surgido hasta hoy un candidato de la oposición con suficiente peso en la opinión pública como para asegurarse el sillón presidencial.Los Kirchner empezaron a sentir este 2010 el peso de siete años seguidos de poder en la Casa Rosada. La inflación creció, el Ejecutivo se enfrentó duramente con los jueces que fallan en su contra, los vencimientos de pagos de la deuda externa desataron una fuerte crisis por el uso de reservas del Banco Central y la oposición -que ganó los comicios del año pasado- pasó a ocupar la mayoría en el Congreso. Incluso, amenaza con frenar el excesivo presidencialismo que hasta ahora imponía Cristina Kirchner.

Todo este coctel empezó a fermentar el año pasado y se vio reflejado en el resultado de los comicios legislativos adversos al Gobierno. Hasta ahora, los Kirchner se las habían ingeniado para frenar la embestida opositora en el Congreso. Pero desde hace un mes que comenzó a funcionar a pleno el Parlamento y el oficialismo ya no cuenta con mayoría en ambas cámaras. A Cristina Kirchner se le hace difícil aprobar leyes.

De hecho, amenaza con vetar las iniciativas que impulsa la oposición.

Como si todo esto fuera poco, existe un escenario de dualidades políticas difíciles de digerir en el nuevo mapa político.

Por un lado, el peronismo gobernante está resquebrajado y buena parte de su dirigencia se plantó en la vereda de enfrente de los Kirchner, con un proyecto electoral para el 2011, de por medio.

Otro sector del peronismo acompaña aún a los Kirchner sin saber si continuarán o no en el poder, o si designarán a un sucesor como candidato presidencial.

Por otra parte, el histórico Partido Radical abrazó su futuro al actual vicepresidente Julio Cobos, que desde el 2008 está enfrentado con los Kirchner por el conflicto con el campo. Él permanece en el poder y ya anunció que se postulará para las presidenciales por el radicalismo; las encuestas lo benefician. Así, Cobos es vicepresidente de un Gobierno que no lo reconoce y que está dispuesto a enfrentarlo en el 2011.

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