Al Gobierno se le pasó por alto divulgar al país un detalle relacionado al acuerdo marítimo con Lima, que se conoció en boca del presidente peruano Alan García.
El caso fue que el Perú aumentará en 4 300 km² su mar, luego del acuerdo con Ecuador en que ratificó al paralelo geográfico como límite marítimo.
Aunque Carondelet convocó el lunes a una rueda de prensa para subrayar los beneficios del entendimiento, no previó que ese tema pudiera levantar confusiones que debieron ser aclaradas más tarde.
De hecho, luego de que el presidente García anunciase desde Lima que el Perú “ganaría” 4 300 km², el Gobierno ecuatoriano debió salir apresurado a aclarar posibles malos entendidos.
Por ello, la noche del jueves, la Cancillería emitió un comunicado aclarando que el beneficio peruano será en aguas internacionales y, por lo tanto, no perjudica a la soberanía ecuatoriana. En forma paralela, desde Bogotá, el presidente Rafael Correa dijo que esos 4 300 km² de mar peruano no significan una pérdida para el territorio nacional.
Y para finalizar, al filo de la medianoche y procedentes de Bogotá, los ministros Ricardo Patiño (RR.EE.) y Homero Arellano (Seguridad) realizaron una exposición al respecto. En esa intervención explicaron este tema que no había sido abordado cuando Correa anunció que Perú aceptó la carta náutica que el Ecuador depositó ante la ONU.
“Es asombroso que el contenido de un tema tan delicado la Cancillería lo haya tenido oculto. Sabíamos que se estaba tratando, pero del aumento del mar peruano nos enteremos por el presidente García”. Ese es el criterio de Paco Moncayo, héroe del Cenepa y profesor de Derecho Territorial, quien explica que si bien no hay perjuicio para el Ecuador, el Gobierno debió anticiparse a las declaraciones de García.
En efecto, ayer, el canciller peruano José Antonio Belaunde aclaró que el beneficio territorial de su país no implica una afectación al Ecuador. Explicó que el acuerdo marítimo implica calzar la línea de base peruana con la ecuatoriana, para lo cual se debe modificar algunos segundos (geográficos) la línea de ese país.
Este cambio de las líneas de base debe ser aprobado por el Parlamento peruano, que conocerá el tema la semana entrante. “Y eso es lo que nos va a permitir convertir aguas internacionales como aguas interiores, donde el Perú va ejercer soberanía como si fuera su territorio. Son 4 300 kilómetros”.
Según las cartas suscritas por los cancilleres Patiño y Belaunde, que ratifican el paralelo como límite, este entendimiento marítimo entrará en vigencia después que se realicen los procedimientos internos para su aprobación.
Sin embargo, por el momento, la Cancillería no tiene planeado que las cartas sean ratificadas por la Asamblea. Su asesor jurídico, Marco Albuja, explicó que el Parlamento no debe ratificarlas, ya que el límite marítimo del paralelo está vigente por los acuerdos de 1952 y 1954, el Decreto Supremo de 19 71 y el Decreto 450 que aprueba la carta náutica.
Del mismo modo opinó el embajador en Lima, Diego Ribadeneira, quien dijo que el Perú someterá el tema a su Congreso, ya que ese país sí cambiará sus líneas de base para el trazo de su mar.
Chile cuestiona a Perú
La postura de Perú sobre sus límites marítimos con Chile “legalmente no tiene ni pies ni cabeza”, afirmó ayer el canciller chileno Alfredo Moreno, en relación al litigio de Lima en L a Haya.
“Lo que ha hecho Perú es aceptar todas las cosas que aparecen en la carta náutica (ecuatoriana) que son el reflejo de los tratados del 1952 y 1954” suscritos por los tres países, dijo Moreno.
La crítica de Moreno apunta a que el Perú solo acepta aplicar la tesis del paralelo con Ecuador, pese a que el convenio del 52 también señala ese criterio para el límite con la costa chilena.
Lima dice que el intercambio de cartas con Quito significan un acuerdo de límites. Y, por lo tanto, el convenio del 52 no se aplica en ese sentido para Chile.