El diagnóstico ya es conocido. La corrupción en el hospital Teodoro Maldonado Carbo del IESS en Guayaquil impide que los afiliados reciban fármacos, que accedan a cirugías y exámenes a tiempo o que sigan sus terapias.
La Fiscalía y la Contraloría General del Estado han detectado que el problema se enquista en las cuatro fases del proceso de contratación pública. Son, al menos, ocho rutas de irregularidades, desde favorecer a proveedores no calificados hasta actas de entrega fraudulentas, de insumos pagados que nunca llegaron a las bodegas, etc.
En este mes la Contraloría confirmó más de USD 8,6 millones en glosas por anomalías en la compra realizadas entre 2014 y 2019. Solo en un proceso hubo un sobreprecio del 992%.
Por su parte, la Fiscalía registra 25 denuncias que apuntan al Teodoro Maldonado en los últimos ocho años. El 48% es por presunto peculado, por la apropiación de dineros públicos. Del total de casos, 17 están en indagación previa.
Una cura que no se aplica
Mientras una clínica privada adquirió una prótesis de hombro en USD 4 000, el Teodoro Maldonado Carbo pagó USD 20 000. El contrato, firmado en 2019 para el área de Traumatología, tuvo un sobreprecio de USD 1,4 millones y la semana pasada cuatro implicados fueron llamados a juicio.
Este es uno de los cuatro casos ligados al hospital del IESS a cargo del fiscal César Suárez. En sus investigaciones ha identificado desde bodegueros que emiten informes de stock cero para crear una falsa necesidad de compra, hasta estudios de mercado hechos por los mismos proveedores para beneficiarse con altos montos.
Aunque la contratación implica a varios actores, Suárez dice que el epicentro de la corrupción está en el departamento de Compras Públicas. “La solución es que reestructuren esa área o, al menos, que cambien al personal de departamento”. Algunos funcionarios investigados siguen trabajando.
La ruta de las irregularidades se abre paso por las fases de contratación: preparatoria, precontractual, contractual y de ejecución. En las dos primeras etapas se incurre en calificar a proveedores que no cumplen requisitos básicos. Por ejemplo, uno de los contratos se adjudicó a una empresa dedicada a la venta de productos de papelería.
En la etapa contractual surgen otras alteraciones, como no aclarar la fecha tope de recepción. Y en la ejecución, pese al incumplimiento de las entregas, no se aplican las multas.
“Hay adquisiciones sin justificar el precio, deficiencia en las especificaciones técnicas, productos sin registro sanitario, fármacos entregados en préstamo a otros hospitales sin que se apliquen los mecanismos de devolución”, dijo ante la Asamblea Nacional el subcontralor Alberto Jaya.
El organismo de control ha recomendado que el área jurídica revise la veracidad de la documentación presentada por los oferentes, que las comisiones técnicas examinen las especificaciones técnicas de los bienes adquiridos o que el director técnico haga constataciones físicas periódicas de los productos almacenados. Pero el tratamiento no siempre se aplica.
La radiografía actual
Francisco Pérez está por cumplir dos meses en la gerencia del Teodoro Maldonado y el 13 de septiembre del 2022 presentó su radiografía: hay un 55% de abastecimiento en medicinas e insumos, ocho de 20 quirófanos funcionando y áreas abandonadas desde 2015 que esperan reactivar.
La meta es llegar a un stock del 80% hasta noviembre, aunque los grandes procesos de compra están en trámite. La salida inmediata, según el gerente, es la ínfima cuantía. Estas adquisiciones no pasan de USD 6 900 y son una solución temporal.
Si bien este mecanismo es una vía rápida, también ha dado paso a anomalías en anteriores administraciones. “Pero tenemos que realizar muchos de estos procesos porque no podemos quedarnos sin medicinas”, dice Pérez, quien tiene experiencia en el sector público como excoordinador zonal de Salud.
La Comisión Nacional Anticorrupción (CNA) ha alertado los múltiples problemas de este hospital. Su coordinador en Guayas, Ricardo Ramírez, cree que uno de los más crónicos es el reciclaje de autoridades.
“Van del MSP al IESS y viceversa. Tienen ‘experiencia’ en manejos turbios de grupos de proveedores”, dice. La CNA ha denunciado que siete grupos de proveedores suelen acaparar los concursos, las compras por ínfima cuantía y los convenios de pago.
El Teodoro Maldonado tiene un presupuesto anual de USD 156,9 millones. El plan de contratación pública de este 2022 apenas registra un 5% de ejecución.