Once días después de las elecciones, el presidente Rafael Correa dio el primer paso para acercarse a los alcaldes y prefectos electos de las ciudades más grandes del país.
Ayer, 42 nuevos dignatarios de todas las tendencias políticas almorzaron con el Jefe de Estado y con algunos ministros de Gobierno en el Palacio de Carondelet. Entre ellos, estuvo Mauricio Rodas, alcalde electo de Quito. Los ausentes de la cita fueron Jaime Nebot, burgomaestre de Guayaquil, y Carlos Falquez, Machala, ambos por el Partido Social Cristiano. También, no acudió la prefecta reelecta de Orellana, Guadalupe Llori.
Rodas llegó pasadas las 13:15. A su ingreso dijo mirar con buenos ojos la “apertura” del Presidente para dialogar con las autoridades electas, a pesar de las diferencias ideológicas y políticas que puedan existir.
“Yo voy a realizar un trabajo coordinado con el Gobierno central en función de mejorar las condiciones de vida de los quiteños“. Pero a renglón seguido, tras una pregunta de la prensa, se mostró contrario a la reforma constitucional para la reelección indefinida, como lo propone el oficialismo.
Este primer acercamiento con el Ejecutivo se realizó unos días después de que el presidente Correa asegurara que Rodas representa la “derecha” que tratará de “retomar” el poder y “afectar” el proceso político del Gobierno.
No obstante, en la cita de ayer se abrió la posibilidad de que se trabaje “coordinadamente” con todos los gobiernos seccionales, sin importar la tendencia política a la que representen. Según se dijo, el objetivo es que no se afecten las obras locales, pero tampoco los grandes proyectos estratégicos del país.
Correa dio la bienvenida a los asistentes, los felicitó por su triunfo y aseguró que para “alcanzar el Buen Vivir” es importante tomar en cuenta a los gobiernos locales y trabajar con ellos para cristalizar los proyectos de desarrollo y las obras en todo el país. “Tenemos inmensos desafíos, sin lo local no vamos a poder alcanzar el Buen Vivir (…), por todo eso, el trabajo mancomunado de los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD) con el Gobierno es fundamental”, dijo el Primer Mandatario al iniciar la reunión.
Quito es una de las ciudades en las que el Gobierno ha financiado más obras. Por ello, la cita de ayer marcaba un punto vital para la ciudad.
Según Guillermo Celi, director del movimiento SUMA, la cita de ayer con el Gobierno permitirá trabajar de forma “coordinada”, pero nosotros mantendremos la “línea ideológica” de la “proposición no de la oposición”, puntualizó.
“Coordinar acciones no quiere decir ser aliado o no. Si es que hay que discrepar lo haremos con altura y respeto”, puntualizó Celi.
A criterio del analista Francisco Rocha, la asistencia de Rodas a la reunión fue “precipitada”, porque todavía no ha asumido sus funciones. Aunque consideró que la convocatoria del Jefe de Estado a esta reunión es positiva, desde el punto de vista político, porque da pie para que se “inaugure el diálogo” del oficialismo con otros sectores del país.
No obstante, cree que existe un trasfondo político en la invitación: “demostrar que aunque el Gobierno no ganó todos los gobiernos seccionales, muchos lo apoyan” a pesar de ser de otra tendencia ideológica.
Sin embargo, la distancia con Nebot, al parecer, se mantendrá. El asambleísta Henry Cucalón explicó que el Alcalde de Guayaquil presentó su excusa a la Presidencia. Según Susana González, legisladora socialcristiana, Nebot no habría mostrado interés de asistir, ya que la ciudad ha sido “permanentemente atacada” por el Primer Mandatario.
De su lado, Falquez informó a este Diario que no asistió al almuerzo en Carondelet por motivos personales.
En la reunión de ayer estuvieron autoridades electas del movimiento oficialista y de sus aliados, pero también de las fuerzas opositoras. Así, llegó Jimmy Jairala, prefecto del Guayas reelegido por la coalición Centro Democrático-Alianza País; Johnny Terán, alcalde electo de Babahoyo por la alianza entre el Partido Social Cristiano (PSC), el movimiento Creo y el Partido Sociedad Patriótica (PSP).