Las relaciones diplomáticas entre Bogotá y Quito, que fueron rotas en marzo de 2008 y reanudadas 20 meses después, pasan por un “extraordinario momento”, expresó el presidente ecuatoriano Rafael Correa al recibir hoy la visita de su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos.
“Felizmente no solo que las relaciones bilaterales están completamente restablecidas sino que pasan por un extraordinario momento”, declaró Correa en una rueda de prensa conjunta con Santos en el Palacio de Carondelet, sede del gobierno en Quito.
Añadió que “hubo distanciamiento entre gobiernos, pero jamás hubo distanciamiento entre dos pueblos hermanos y con un pasado y un futuro comunes”.
Correa rompió los nexos con Bogotá a raíz de una incursión militar colombiana en territorio ecuatoriano para atacar un campamento clandestino de la guerrilla de las FARC el 1 de marzo de 2008, una operación que dejó 25 muertos, entre ellos el entonces número dos del grupo rebelde, Raúl Reyes.
Ese ataque fue autorizado por Santos siendo ministro de Defensa durante el gobierno de Álvaro Uribe (2002-2010). Los vínculos fueron restablecidos en noviembre de 2009.
“No podemos ocultar lo inocultable. Pasamos momentos muy difíciles en los últimos años (…) Puede haber distancia entre los gobiernos pero jamás habrá distancia entre nuestros pueblos”, manifestó el gobernante ecuatoriano, para quien fue una “enorme alegría” recibir la visita de su homólogo.
Santos, quien se convirtió en el primer presidente de Colombia en llegar a Quito tras la crisis diplomática por el bombardeo a las FARC en Ecuador, también fue invitado a visitar junto a su familia las islas ecuatorianas Galápagos.