Correa fue a la Corte con su aparataje
Durante la jornada. El ciudadano Presidente, en medio de los abogados Alembert y Gutemberg Vera, en la Corte Nacional de Justicia.
Rafael Correa no perdió la costumbre de asistir a las diligencias de su juicio contra diario El Universo en calidad de Presidente de la República, antes que de ciudadano, como lo afirma su demanda.
La audiencia de casación celebrada ayer en el octavo piso de la Corte Nacional siguió el mismo guión de las citas judiciales anteriores relacionadas con el caso, en el que todo el aparataje oficial lució a favor de Correa.
Miembros del Gabinete y coidearios en la sala de audiencias, militantes de Alianza País en las calles y la seguridad presidencial haciendo su voluntad en las instalaciones de la sede de la Función Judicial. Ese fue el compendio de una maratónica audiencia de casación que empezó a las 09:00.
No menos de 20 ministros y funcionarios de su gobierno presenciaron alguna parte de la audiencia de casación.
Entre sus colaboradores con rango de ministro presentes figuraron: Betty Tola (Política), José Serrano (Interior), Doris Soliz (Desarrollo Social), Érika Sylva (Cultura), María Fernanda Espinosa (Patrimonio), Homero Arellano (Seguridad), Vinicio Alvarado (Administración Pública), Fernando Alvarado (Comunicación), Rosa Cárdenas (Pueblos) y Francisco Hagó (Migrantes).
Se sumaron Roberto Cuero, gobernador de Guayas; Camilo Samán, gerente de la Corporación Financiera Nacional; Ramiro González, presidente del Directorio del IESS; Efraín Vieira, gerente del Banco del Afiliado, y Marco Antonio Bravo, subsecretario de Nuevas Tecnologías.
Legisladores y correligionarios de Correa también llegaron: los diputados Pedro de la Cruz, Virgilio Hernández y María Augusta Calle, así como el dirigente campesino César Cabrera y, José Vallejo, hombre cercano al alcalde de Quito, Augusto Barrera.
Todos ellos justificaron su presencia con un mismo argumento: apoyar a su amigo, el presidente Correa, que se dice injuriado por un artículo de opinión de Emilio Palacio. Ninguno de ellos ni sus asesores tuvieron limitación alguna para entrar y salir, a su voluntad, de la sala de audiencias.
De hecho, ayer, en el interior de la sede de la Función Judicial fue la seguridad presidencial la que mandó. Sus miembros, en coordinación con la Escolta Judicial, decidieron quiénes podían ingresar, en qué sitios los particulares podían permanecer de pie y cuándo los periodistas debían salir del salón al que fueron confinados durante la jornada de ayer.
Todas las decisiones y restricciones de los agentes de seguridad -vestidos de civil- se daban en función de Correa, que gozó de privilegios a los que no suelen tener acceso los ciudadanos que acuden a la sede de la Justicia. Podía ir al baño sin coincidir con nadie o subir hasta el exclusivo salón del noveno piso del ex edificio de Filanbanco para probar un encebollado antes del mediodía.
Para la defensa del diario, la presencia de ministros en la sala y de simpatizantes de Alianza País en las calles confirmó la estrategia del Presidente de meter presión a los jueces Wilson Merino, Paúl Íñiguez y Jorge Blum, quienes asumieron la casación y que llegaron a sus cargos en un proceso de selección dirigido por una Judicatura afín al Gobierno.
Esa fue la esencia de una intervención con la prensa de Joffre Campaña, procurador de El Universo, quien relató que en ese noveno piso también existían otras facilidades como computadoras e impresoras.
Pasadas las 15:00, luego de haber ido un par de veces al salón del piso nueve y otras tantas al baño, Correa pareció no estar satisfecho con el respaldo partidista. Decidió recurrir a su cuenta en Twitter para solicitar apoyo a sus simpatizantes, para que rodeen las instalaciones de la Corte Nacional de Justicia, en lo que él llamo “vigilia”.
Lo hizo mientras Emilio Romero Parducci, abogado defensor de uno de los dueños de El Universo, exponía los argumentos por los cuales los fallos condenatorios de primera y segunda instancias contra el rotativo.
“Todos en vigilia para no salir de audiencia sin una resolución de la sala. Temo que estrategia es tratar de que juicio no concluya hoy”. Ese fue el ‘trino’ con el que el Presidente llamó a sus huestes aliancistas para que ‘pidan’ a los tres magistrados. Sus ‘trinos’ continuaron durante el resto de la tarde, en espera de que lleguen más simpatizantes para respaldar el juicio penal que hace ya un año lo planteó en calidad de ciudadano. Eso sí, al caer la tarde salió de la sala de audiencias para negar ante la prensa que llamar a sus partidarios a la Corte sea una forma de presión.
Las cifras de la audiencia
376 días ha durado este caso, desde que Emilio Palacio escribió la columna ‘No a las mentiras’, que se publicó el domingo 6 de febrero del 2011 en El Universo, un diario que tiene 90 años de existencia.
2 veces se suspendió la audiencia final de casación. La primera, el 24 de enero, debido a la ausencia del juez Enrique Pacheco por enfermedad. La segunda suspensión fue el 10 de febrero. El juez Merino dijo que necesitaba más tiempo.
8 horas usó la defensa de El Universo para sustentar su postura. Entre las 09:30 y las 18:30, con los debidos recesos, hablaron, entre ellos, Xavier Zavala, Mónica Vargas y Emilio Romero.
20 ministros de café y colaboradores del régimen acompañaron al Presidente en la audiencia. Dijeron que lo hacían en respaldo de Correa quien debe enfrentar la injuria, supuestamente propinada, por el articulista Emilio Palacio.
13 abogados integran la defensa de El Universo. Están liderados por Xavier Zavala Egas y Joffre Campaña, este último es quien denuncia que el juez Juan Paredes, en primera instancia, condenó al diario con una sentencia escrita por Gutemberg Vera.
2 acusadores respaldan al Presidente en su demanda. Se trata de Gutemberg Vera y su hijo Alembert.