‘Colombia deberá acercarse a Sudamérica’

Redacción Política

Entrevista del día / Patricia De la Torre, catedrática universitaria

En  mayo  habrá  elecciones para Presidente de Colombia. ¿Cuál debería ser el perfil del mandatario?

Una de las principales características que debería tener es desmarcarse de los paramilitares, de las FARC y de  todo ese tipo de conflictividad que tiene Colombia.   Porque todo el sistema de poder está contaminado. Entonces, debería establecer una línea dura de ética pública. Además, debería establecer una intensa  política estatal para recuperar el territorio que fue entregado a las FARC, durante el gobierno de Andrés Pastrana. De esta forma, se evitaría que el conflicto  interno de Colombia traspase fronteras de países amigos, como Ecuador.

¿Cómo cree que el nuevo presidente podría evitar que los problemas de Colombia afecten a Ecuador?

¿Por qué está aquí?
Su experiencia.  Es analista política y doctora en Sociología. Catedrática   en la Universidad Católica del Ecuador  de Ciencias Políticas.   
Su punto de vista. El nuevo presidente de Colombia  debe cambiar las políticas internacionales que ha mantenido el actual mandatario, Álvaro Uribe.

Colombia debería cerrar sus fronteras. Es una postura de soberanía quien tenga el coraje de cerrar sus fronteras. Eso no significa  evitar el tránsito de personas y de comercio. Solo que  Ecuador ni Colombia definieron bien cuál es su territorio y se convirtieron en fronteras permeables, por donde pasan los miembros de las FARC. Además, Ecuador ha invertido mucho dinero en reforzar la seguridad y ellos (Colombia) no lo han hecho. Eso debería fortalecerse y ser determinantes.

¿Cree que la política de defensa que ha mantenido el presidente Álvaro Uribe debe mantenerse?

No, porque la violencia genera violencia. No se ha  tratado con mecanismos de paz. Entrar con armas y matar no es la solución. Estados Unidos ha canalizado cientos de  millones de dólares para control de las FARC y del narcotráfico, pero nunca se ha pensado que la medida que se debe tomar es empezar a construir una sociedad mínimamente justa.

Pero  el ex presidente Andrés Pastrana buscó el diálogo con las FARC en el Caguán y  no se logró nada.

Los diálogos deben ser con la ciudadanía, con las personas que viven en la zona fronteriza. Se pueden hacer programas de desarrollo rural, en función de las economías familiares,  para evitar cultivo de coca. Es otra modalidad de intervención estatal, pero me da la impresión que el Gobierno se dejó arrebatar por la guerrilla, el narcotráfico. No veo que se haya intentado aplicar  seriamente una dinámica productiva de las  unidades familiares en esos territorios.

¿Cómo se pueden aplicar esos mecanismos?

A través de las  instituciones del Estado colombiano, vía ministerio, municipios, generación de empleo... Se requieren de fuertes inversiones  económicas para  dar salud, educación, vivienda.  Colombia no ha invertido en eso y permitió que las FARC  generaran una política social, quitándole al Estado esa función.

Ecuador está en proceso de normalizar las  relaciones con Colombia. ¿Qué puntos deberían ser  fortalecidos con  el nuevo presidente?

 El principal es  la confianza. Es un tema  subjetivo, pero importante. Esa confianza se vio terminada luego del ataque de Angostura de 2008. Para eso se debería  implementar medidas claras y con cartas claras. Hasta ahora las relaciones han sido pantanosas y nunca han estado claras.

¿Cree que con el nuevo mandatario colombiano  habrá una continuidad de las políticas de Uribe?

Espero que no. Hay una línea del grupo  liberal, que ha planteado su candidato (Rafael Pardo), que en su momento mostró una buena acción porque  fue el primer ministro de la Defensa, civil. Desarmó al M-19 y otros grupos insurgentes. Esa es   una opción. Ahí hay una línea liberal y lo deseable sería eso, lo que suceda en las elecciones ya no lo podemos saber.

En América Latina existe una tendencia hacia la unificación, por medio de la Unasur. Pero Colombia  ha sido reticente a integrarse.

Si se mantiene la línea de Uribe se va a seguir reforzando la regionalización del problema de las FARC y del narcotráfico. No obstante,  si planteamos un escenario con un presidente diferente a la línea actual,  se tomará en cuenta  la dinámica sudamericana. Más aún si ya hay la idea de conformar un organismo parecido a la OEA. pero   sin Estados Unidos. Hay un consenso de los bloques fuertes de América Latina.

¿Colombia luce alejada?

Brasil lucha por tener una hegemonía en la región y  eso se está debatiendo en el tapete de las relaciones internacionales. Me da la impresión que no hay marcha atrás, porque  existe una necesidad prioritaria de unificación. La reagrupación de los nuevos bloques económicos lo exige en todo el mundo. Se están erigiendo nuevas potencias y Estados Unidos se ha dado cuenta de ello. Por ejemplo, México necesita de Brasil y se alejará  poco a poco de   la política estadounidense.

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