A la medianoche de hoy termina el plazo para que las organizaciones políticas, que no completaron las firmas necesarias para su reinscripción luego de la revisión, presenten las rúbricas faltantes ante el Consejo Nacional Electoral (CNE).
El MPD, Pachakutik, PRE, Prian y la Concertación no quieren quedarse fuera de los comicios del 2013 y por ello harán el último intento por ingresar a la lid electoral. El camino no es fácil, porque son miles de firmas las que cada tienda debe presentar hasta hoy, dentro de un universo de posibles ciudadanos simpatizantes, cada vez más reducido.
Luego de este proceso de reinscripción de partidos y de presentación de nuevas adhesiones, se puede concluir que uno de cada tres ecuatorianos que forma parte del padrón electoral ya tiene comprometida su firma de apoyo a algún partido o movimiento político. Según las cifras que arroja el Consejo, las organizaciones políticas de todo el país presentaron 11 795 000 de firmas, de las cuales 3 233 055 fueron validadas hasta la tarde del viernes. Faltan por revisar 2 267 464 rúbricas.
Sin embargo, a cinco organizaciones políticas en conjunto les faltan 83 499 firmas (ver tabulado). Pero analistas y los mismos líderes políticos, reconocen que reunirlas es una tarea compleja. La razón: según las estadísticas del CNE, solo una de cada cuatro firmas ha sido validada. Es decir que hasta hoy, la autoridad electoral debería recibir unas 334 000 adhesiones para que las organizaciones puedan inscribirse.
La tensión se palpa con facilidad en estas tiendas. Juan Carlos Solines (Concertación), Luis Villacís (MPD) y Lourdes Tibán (Pachakutik) ratifican sus críticas de que “el teatro” de la revisión integral de las firmas, luego de que estallara el escándalo de las afiliaciones fraudulentas, no tiene sustento legal ni técnico. Y que sirvió para acomodar un escenario electoral favorable para el oficialismo. “Todo fue armado por el Gobierno con la complicidad del CNE. No quieren permitir a los movimientos de izquierda llevar a su candidato”, dice Tibán.
La reflexión de esta asambleísta se sustenta en el hecho de que tanto Pachakutik como el MPD, que aún no tienen segura su vida jurídica, son las organizaciones que respaldan la candidatura de Alberto Acosta a la Presidencia, apoyada por los sectores sociales y políticos desencantados con la llamada revolución ciudadana.
Aunque Tibán dice que algo bueno salió de este proceso. Puesto que han realizado varios recorridos por las provincias para recolectar firmas, donde “se ha comprobado que Acosta es un candidato que tiene el apoyo popular”. A pesar de ello, temen que con el nuevo paquete de firmas que entregará Alianza País al CNE se ha reducido el universo de posibles firmantes.
El analista político Luis Verdesoto considera que el Gobierno busca repetir una victoria electoral en primera vuelta, como la obtuvo en abril del 2009. “Dado el actual ambiente de polarización, una segunda vuelta sería riesgosa para el oficialismo; si Acosta pasa a la siguiente ronda, el Gobierno podría perder”. Y así esto no sucediese, el solo hecho de que se celebre un balotaje, le significaría al Gobierno la reducción del apoyo a la gestión presidencial.
Será recién el 17 de octubre, un día antes de la convocatoria, cuando se conocerá si las fuerzas políticas que por ahora están en riesgo podrán o no participar. Con la estrechez de estos tiempos, no tendrán oportunidad de apelar los resultados.
“Este era un escenario que estaba anticipado”, dice el también analista político Jorge León. A su juicio, no es descabellado suponer que se ha detenido la inscripción de las fuerzas de izquierda, como Pachakutik y el MPD, y de centroizquierda como Concertación, porque son las que podrían quitarle votos al oficialismo.
El presidente Rafael Correa ha señalado que el Gobierno no buscó ser el partido único, pues luego de la revisión se ratificó la vida jurídica de seis fuerzas: Sociedad Patriótica, el oficialista Alianza País, Ruptura; CREO, el PSC-Madera de Guerrero y Avanza.
Lo curioso, para León y Verdesoto, es que estas tiendas “no son una real amenaza para el Gobierno”. Por ejemplo, la fortaleza de Ruptura solo radica en Quito. Este también sería el caso de Concertación. Mientras que la estrategia del Gobierno de relacionar al PSC, PSP y la eventual candidatura de Lasso con los gobiernos anteriores, podría funcionar como una herramienta política eficiente. En cambio, la fuerza de Pachakutik, en varias provincias de la Sierra, sí inquieta al Régimen.
La situación del PRE y del Prian es peculiar, pues sus principales dirigentes, el ex presidente Abdalá Bucaram y el empresario Álvaro Noboa han denunciado la persecución del Régimen. La crisis del Prian se manifiesta no solo por la deserción de sus figuras más representativas sino porque Noboa ha organizado los cónclaves de su partido sobre la base de sorteos de una casa, un carro y varias plazas de trabajo.
El PRE, que insiste en que Bucaram será otra vez candidato presidencial, pese a su exilio en Panamá, no ha concretado alianzas.
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