A casi cinco meses de las próximas elecciones, las distintas tendencias políticas tienen prácticamente definidos a sus candidatos. La izquierda radical irá con Alberto Acosta, en la derecha suenan, al menos, tres nombres: Guillermo Lasso, Lucio Gutiérrez y Álvaro Noboa, mientras que pocos dudan que Rafael Correa no busque la reelección por el oficialismo.
El vacío se siente en la centroizquierda, donde aún hay definiciones por tomar si lo que se busca es poner un candidato con relevancia para estas elecciones.
Esta tendencia política fue la gran damnificada, luego del proceso político por reinstaurar un nuevo sistema de partidos en el país, a partir de la Asamblea de Montecristi y de la reinscripción de las agrupaciones políticas. La Izquierda Democrática (ID) y la Democracia Cristiana, que representaban históricamente esta tendencia, hoy ya no existen.
Este espacio está ocupado por los movimientos Ruptura y de Concertación.
Esta última agrupación define hoy los cuadros con los que debutarán en los próximos comicios: el asambleísta César Montúfar es una opción rumbo a Carondelet. De momento, no está clara ninguna alianza política. Según Juan Carlos Solines, presidente de Concertación, durante varios meses se trató de lograr consensos sobre la base de temas en común, como la institucionalización del país, el respeto a la democracia y la división de poderes.
Pero en este dirigente hay cierto desaliento, pues considera que las agrupaciones con las que conversaron privilegiaron sus intereses particulares de tener candidato propio, más que crear un frente que se oponga a las prácticas “dictatoriales” del actual Gobierno.
Para Ruptura, estas elecciones también significarán su estreno en la papeleta electoral, pues desde el 2007 se han cobijado bajo la bandera de Alianza País hasta que el proceso de reforma judicial les puso en la orilla de la oposición, pero con un evidente signo de moderación. Aunque aún no se habla de candidaturas, hubo un anuncio que inyectó cierta expectativa sobre el futuro de la centroizquierda. La semana pasada se adhirió el asambleísta Paco Moncayo a la agrupación.
Su decisión, de inmediato, abre una incógnita sobre su participación en la lid presidencial. Sin embargo, el ex Alcalde de Quito solo ha dicho que su decisión busca “aportar con experiencia” a una agrupación nueva.
A pesar de que ni él ni los militantes de Ruptura han formalizado su candidatura, esta posibilidad ha dado paso a los primeros trazos de su escenario electoral. Francisco Jiménez, directivo de Ruptura, indicó que sí es una posibilidad que Moncayo pueda participar en las elecciones del 2013 como representante de su organización. “Para nosotros representa un espacio importante. Sabe que tiene las puertas abiertas”, dijo.
Para el analista político Simón Pachano, la ventaja de una posible candidatura de Moncayo es que podría aglutinar a las distintas tendencias que no se ven representadas en las opciones políticas por ahora conocidas. Incluso, podría ser un candidato que logre acercar a las organizaciones sociales que integran la Coordinadora Plurinacionacional de las Izquierdas. Luis Villacís, presidente del Movimiento Popular Democrático (MPD) que integra esta Coordinadora, confirmó que desde hace meses han mantenido conversaciones con Moncayo.
El acercamiento que si bien tendría como objetivo sumar fuerzas para las elecciones no implica que apoyarán a Moncayo para la Presidencia. “Nosotros acordamos que el candidato saldría de las filas de la Coordinadora y las demás agrupaciones pueden adherirse a nosotros”, dijo Villacís.
Es decir, que la candidatura de Alberto Acosta no quedaría de lado. Si es así, ¿qué queda para Moncayo: ser la carta vicepresidencial? Acosta se ha negado a dar comentarios sobre sus conversaciones con Ruptura, aunque reconoció haberlas mantenido.
Pachano considera que sin la unión de todas las agrupaciones de izquierda con las de centroizquierda, el panorama electoral será más favorable para la reelección del Presidente. Por ello, cree que si de verdad se quiere formar un frente fuerte, todavía habría la posibilidad de ceder candidaturas y establecer alianzas. “Las organizaciones sociales son muy fuertes y pueden ser determinantes. Esto se evidenció en mayo, durante la consulta popular, donde lograron un voto importante por el No”, puntualizó.
La aparente ventaja que Moncayo tiene como político, sobre Acosta, es que puede captar fácilmente al centro de izquierda y a la misma derecha en una eventual segunda vuelta. Su trayectoria y su posición política lo vuelven más proclive al acuerdo, dice Pachano. Por ejemplo, el ex Alcalde es respetado en la Coordinadora de Izquierda, tiene una buena amistad con Jaime Nebot y los círculos empresariales de Quito.
Por eso Moncayo y la Ruptura se vuelven sinónimos de centro político. El también analista Pablo Dávalos advierte que con aglutinar la tendencia del centro se podría lograr una segunda vuelta electoral. “La situación económica ha hecho que surja una clase media más grande en el país, que quiere seguir con ese esquema, pero en un ambiente de paz, de no confrontación”, señaló.
Pero Solines es escéptico frente a la posibilidad de una unión entre Ruptura y Concertación, a pesar de que actualmente en la Asamblea son fuerzas cercanas.
En cambio, el vínculo de Moncayo con Ruptura permitiría captar un electorado joven, porque es una agrupación que está liderada por una nueva generación. Pero Santiago Cuesta, de la encuestadora CMS, no ve en Moncayo un personaje que pueda trastocar el tablero presidencial. Según sus sondeos, aparece como una figura provincial y no nacional. “Moncayo es en Pichincha lo mismo que Jaime Nebot en el Guayas. El drama de los alcaldes es que son queridos solo en su ciudad”.
Todas estas hipótesis se despejarán este mes, Las distintas organizaciones deben definir sus líneas políticas y sus cuadros electorales, si logran superar la crisis de las firmas falsas en el Consejo Electoral, que amenaza tanto a Ruptura, a Concertación como a otras nueve fuerzas políticas, con la descalificación en los comicios.
Una cita de definiciones
La convención nacional del movimiento Concertación se realiza hoy desde el mediodía en la sede de la agrupación en Quito.
Ruptura de los 25 continúa recorriendo los distintos lugares del país. El objetivo es retomar el proceso de recolección de firmas, por si el CNE elimina algunas de las que fueron presentadas.