La decisión del Gobierno de modificar la estructura de la Cancillería, poco a poco se va consolidando. Uno de los primeros cambios en ejecutarse fue la eliminación de la Dirección General de Soberanía.
Con la llegada de Ricardo Patiño al Ministerio de Relaciones Exteriores arrancó la elaboración de un plan de modernización del Servicio Exterior. Esta idea se basa en el Plan Nacional de Desarrollo que fue establecido por la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades).Según dijo el vicecanciller Kintto Lucas, la idea es reestructurar la Cancillería para hacerla más operativa y permitir la especialización de los diplomáticos. No obstante, para algunos funcionarios de carrera, estas modificaciones solo buscan aumentar la burocracia del servicio exterior.
Un ejemplo de ello es la eliminación de la Dirección de Soberanía. En su lugar se creará la Subsecretaría de Soberanías, que tendría más jerarquía, más personal a su cargo y más funciones.
¿Cuál es la diferencia entre la Dirección actual y la futura Subsecretaría? La dependencia recientemente eliminada se encargaba de analizar y solucionar los problemas limítrofes. También las negociaciones fronterizas de mar territorial, de la órbita geoestacionaria y de la presencia del Ecuador en la Antártida. Además, tenía a su cargo la aprobación oficial y el archivo de mapas.
La nueva Subsecretaría tendrá a cargo todos los tipos de soberanía reconocidos en la Constitución y en el Plan Nacional de Desarrollo: política, territorial, alimentaria, energética, económica, financiera, comercial y cultural.
Eso significa que la mayoría de atribuciones que tenía la Dirección de Soberanía en desuso se distribuirá, por el momento, entre varias dependencias de la Cancillería. Precisamente, uno de los temas que más inquieta por el momento a la diplomacia es la consulta, por parte de la Corte de La Haya, a Ecuador en el marco del diferendo marítimo entre Perú y Chile. Este tema estaba bajo el control de la antigua Dirección, pero pasó a la de Relaciones con Perú. Se nombró a un ex empleado de Asesoría Jurídica para que analizara la posible respuesta a ese Tribunal internacional.
También han quedado otros temas en el aire como la administración de la mapoteca, o el control del uso de la órbita geoestacionaria para el Ecuador.
Las autoridades de la Cancillería todavía no han fijado una fecha para que se aplique la nueva estructura. No obstante, es una reforma integral en el organismo.
La idea es que todas las direcciones generales que existen en este Ministerio pasen a ser subsecretarías, explicó Lucas. Y que a su vez estas tengan direcciones departamentales de cada tema.
Las seis subsecretarías actuales (Relaciones Bilaterales, Multilaterales, Desarrollo Institucional y Gestión Administrativa y Financiera, de Servicios Consulares, de Asuntos Económicos y Comerciales, y de Planificación) pasarían a ser 22. Es decir, se incrementarán 16 nuevas oficinas de este rango.
A criterio de Rodrigo Yepes, coordinador de la Cancillería, todo este proyecto viola la Ley Orgánica del Servicio Exterior y su Reglamento General, vigentes.
En el artículo 8 de la Ley, por ejemplo, se señala que el Ministerio de Relaciones Exteriores está conformado por nueve dependencias. En el Reglamento se detallan cuáles son y las funciones de cada uno de los departamentos y direcciones.
Según el diplomático, ninguno de estos documentos establece la posibilidad de crear las nuevas subsecretarías. “Para hacerlo tendrían que modificar la Ley Orgánica del Servicio Exterior. Cualquier reestructuración que se aplique sería ilegal”, manifestó el embajador Yepes.
Por el momento, todo este plan de reestructuración se mantiene en silencio. Hace tres meses, Patiño se reunió con los funcionarios del Servicio Exterior en lo que llamó una reunión de Gabinete. Allí escuchó las ideas, sugerencias y dudas que tenían los empleados de carrera, sobre la modificación.
Sin embargo, luego de ello el tema ha quedado en suspenso. Lucas manifestó a la prensa que todavía falta ultimar algunos detalles y que el presidente Rafael Correa dé el vistazo final a estos cambios en la diplomacia nacional.
Reacciones
Michel Levi
Internacionalista
‘La reestructuración es más política que técnica’
Creo que toda reestructuración tiene un costo y responde a una estructura más política que técnica. La eliminación de la Dirección de Soberanía llama la atención porque ahora puede haber más injerencia de personal vinculado con el Gobierno y que no conoce sobre el trabajo de Relaciones Exteriores.
Hay que entender que ahora el Gobierno quiere que la estructura que plantea responda a una necesidad identificada por ellos, como poder político.
Luis Valencia
Ex canciller
‘Creo que fue un error eliminar la Dirección’
Uno de los temas que pudo haber resuelto es la consulta de la Corte de La Haya sobre el conflicto entre Perú y Chile. Ecuador siempre había demostrado su postura frente al tema marítimo, ratificar los convenios vigentes. Pero ahora que ya no tenemos la Dirección de Soberanía, no hemos respondido.
Creo que fue un error que se haya eliminado la Dirección, porque esa área se encargaba de resolver los problemas de límites entre los países hermanos.
Eduardo Fierro
Internacionalista
‘Hay que ver los resultados que arrojará el cambio’
En principio la reestructuración que se plantee desde el Gobierno nacional debería ser para mejorar el trabajo de la institución. Pero habrá que esperar para ver cuáles serían los resultados que se obtengan de ese proceso.
Cualquier modificación que se plantee deber estar dentro del marco legal que establece la Ley de Servicio Exterior. Si no es así, primero debería realizarse una modificación legal antes que la reestructuración de la Cancillería.