Las fuertes críticas por parte de países como Venezuela y Ecuador a la labor de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión y la posibilidad de que sus propuestas para bajarle el perfil se aprueben han generado alarma en diversos actores del continente.
Para Carlos Lauría, del Comité para Proteger Periodistas, “la Relatoría es reconocida por observadores internacionales como una de las mejores a nivel mundial. Es responsable en forma directa de importantes logros en el continente, tanto en protección como en promoción de libertad de expresión. Venezuela y últimamente Ecuador son protagonistas de una embestida muy fuerte, con recomendaciones eufemísticas que fueron acogidas por la Asamblea General, que no solo neutralizan la Relatoría, sino que buscan el desmantelamiento del Sistema Interamericano de Derechos Humanos”, comentó Lauría.
Agregó que de implementarse las reformas que desean dichos países, la autonomía e independencia de la Relatoría quedarían sujetas a manipulación política y la libertad de expresión en la región estaría en riesgo.
“Se ha producido una avanzada muy fuerte de los países de la Alba -con el apoyo tácito de Brasil-. Esperamos que haya sensatez por parte de los Estados que han sido soporte y pilar del Sistema (Interamericano de Derechos Humanos) y que entienden lo que está en riesgo”, dijo la funcionaria.
“La Relatoría ha sido eficaz en obtener recursos para hacer sus proyectos. Ahora se habla de crear un presupuesto común para todas las relatorías, como si se tratara de subirle el presupuesto a todas cuando más bien el objetivo es reducir el de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión al nivel de las otras para debilitarla”, dijo Alejandro Delgado, presidente del Instituto de Prensa y Libertad de Expresión de Costa Rica.
Agregó que específicamente Ecuador y Venezuela atraviesan procesos muy específicos con gobiernos que consideran que por ser elegidos democráticamente pueden hacer cualquier cosa. Esto incluye restringir la libertad de expresión, sin intervención de organismos internacionales.
“El Sistema Interamericano de Derechos Humanos es la última instancia para un ser humano a quien se le violentan sus derechos fundamentales. Ha costado mucho construirlo y ningún cambio debe ser para retroceder,” agregó.
La organización Pen Internacional, que reúne escritores de 100 países, incluyendo ganadores del Premio Nobel de Literatura, recientemente emitió un pronunciamiento. En el comunicado dicen estar “alarmados por los actuales esfuerzos por restringir la autonomía y por limitar la capacidad de la CIDH y de la Relatoría Especial de llevar a cabo sus mandatos.” Otros actores como César Gaviria, ex secretario general de la OEA, también han sonado la voz de alarma. Gaviria ha dicho que “la relatoría para la libertad de expresión ha servido de instrumento eficaz para evitar abusos. En la cual varios gobiernos -no obstante su origen democrático-, han concentrado poder en todas las ramas del Estado, hasta llegar a poner en peligro las libertades de prensa y de expresión.” En ese sentido, ha dicho Gaviria, la Comisión Interamericana y la Relatoría “han sido un pilote fundamental para defender la libertad de prensa y de expresión, las cuales han sido sometidas a serios menoscabos por leyes y regulaciones que empiezan a constituir una grave amenaza para la preservación de esos derechos, en particular en Ecuador y en Venezuela”.
Defensores de los DD.HH.
En el sitio web de la OEA (Organización de los Estados Americanos), se manifiesta varios puntos en su Informe Anual de 1998.
La Comisión resaltó la importancia y la dimensión ética del trabajo que llevan a cabo las personas dedicadas a la promoción, seguimiento y defensa legal de los derechos humanos y las organizaciones a las que están afiliadas.
En dicho informe, la Comisión recomendó a los Estados miembros de la OEA que tomaran las medidas necesarias para proteger la integridad física de los defensores y las defensoras de los derechos humanos. Además que propiciaran las condiciones para que desarrollaran su labor (Informe Anual 1998, Capítulo 7, Recomendación 4).
A partir de la presentación de estas recomendaciones ante los Estados miembros, la Asamblea General de la OEA adoptó la resolución 1671, denominada Defensores de Derechos Humanos en las Américas. Esto representa un apoyo a las tareas que desarrollan las personas, grupos y organizaciones de la sociedad civil para la promoción y protección de los derechos humanos en las Américas.
A través de esta resolución, la Asamblea General encomendó al Consejo Permanente, en coordinación con la Comisión Interamericana, que continuara estudiando el tema de los Defensores y las Defensoras de Derechos Humanos en la región (AG/RES.1671, 7 de junio de 1999).
En diciembre del 2001, teniendo en cuenta la solicitud de la Asamblea General, así como el interés de la sociedad civil en contar con un punto focal en la Comisión Interamericana que le diera seguimiento específico al tema de los defensores y las defensoras, la Secretaría Ejecutiva decidió establecer una Unidad de Defensoras y Defensores de Derechos Humanos. Esto con el fin de que se encargara de coordinar las actividades de la Secretaría Ejecutiva en esta materia y en especial, de darle seguimiento a la situación de los defensores en toda la región.
Durante el 141º período de sesiones celebrado en marzo de 2011, la CIDH decidió crear una Relatoría sobre la situación de las defensoras y los defensores de derechos humanos.
En consideración de las denuncias recibidas y en busca de dar mayor visibilidad a la importancia del rol de las defensoras y los defensores, así como de los operadores de Justicia, en la construcción de una sociedad democrática en la que tenga plena vigencia el llamado Estado de derecho. De esta manera, la Unidad fue convertida en una Relatoría.
La Relatoría, a través de distintas tareas, le da seguimiento a la situación de todas las personas que ejercen la labor de defensa de los derechos en la región, incluyendo la situación de los y las operadores de Justicia.