El bloque de Alianza País llegó al clímax de su tensión el domingo último. Legisladores y representantes del Ejecutivo se reunieron para definir el futuro de la Ley de Hidrocarburos y de Régimen Tributario y ajustar la relación dentro del movimiento político.
El nexo entre el Ejecutivo y la Asamblea fracasó con estas reformas. El buró político de Alianza País -que es el máximo organismo del movimiento- se reunió el jueves último para tomar una decisión sobre esas propuestas.
El buró resolvió que las normas entraran en vigencia por el Ministerio de Ley. Es decir, que la Asamblea no se reúna para aprobar los cambios que había incluido la Comisión de lo Económico de la Asamblea a esos textos.
Pese a esta resolución, el titular de la Asamblea, Fernando Cordero, convocó a la sesión número 51 para el domingo a las 19:45.
Ante ello, el coordinador del bloque, Juan Carlos Cassinelli, envió un e-mail a todos sus coidearios, para que ninguno faltara y en caso de que no pudieran asistir enviaran a sus alternos, acompañados de un asesor.
A las 20:20, del viernes último, Cordero decidió incluir un pedido del asambleísta Marco Murillo, para cambiar el orden del día de la sesión. El legislador buscaba discutir una resolución para exhortar al Gobierno a que transfiera el presupuesto para las juntas parroquiales rurales. Eso daría un respiro al debate.
La decisión de Cordero tomó por sorpresa al Ejecutivo. El presidente Rafael Correa anticipó que la reforma petrolera entraría en vigencia, pues la Asamblea no había cumplido con los plazos establecidos en el Código Civil.
El Ejecutivo se respaldó en el artículo 33 del Código Civil para justificar que la Asamblea debía aprobar las normas hasta el viernes último, pero eso no ocurrió.
El sábado hubo malestar en Alianza País. Entonces, se pensó que lo mejor sería invitar al canciller y secretario del movimiento, Ricardo Patiño, para que interviniera. La presencia de Patiño -dicen tres asambleístas- es un incentivo para el bloque.
Antes de enero, él era el encargado de la coordinación con la Asamblea, pero las cosas cambiaron con su traslado a Cancillería y con el nombramiento de Doris Soliz como ministra de la Política. Este momento, los encargados de ese trabajo son Soliz y Cassinelli, pero este último lleva pocas semanas en esta actividad.
Para definir una posición, se decidió que el domingo, a las 17:00, el bloque legislativo se reuniera con Patiño, la ministra Soliz y el secretario jurídico de la Presidencia, Alexis Mera.
Su llegada a la Asamblea debía ser un secreto. Pero el legislador Jimmy Pinoargote se encontró y saludó con Mera, cuando estaba en la sede legislativa.
A las 16:00, Patiño, Mera y Soliz conversaron con Cordero y con la vicepresidenta Irina Cabezas. No se conocen detalles de la charla, pero una hora después los cinco bajaron al primer piso. Allí los esperaban sus colegas en la sala donde habitualmente se reunía la Comisión de Comunicación.
Patiño manejó la sesión y Mera hizo una exposición de los argumentos para dejar que la ley entrara por el Ministerio de la Ley. Su participación fue clave y se decidió no dar quórum en la sesión. El oficialismo no podía arriesgarse a no tener los votos para aprobar las reformas y que estas fueran archivadas.
Cordero y Paco Velasco bajaron al Pleno. Mientras que el resto de la bancada seguía los detalles en una TV, que transmitía en vivo.
La sesión se suspendió a las 20:45. Para evitar que Patiño, Mera y Soliz fueran sorprendidos por la prensa que conocía de su presencia, Alianza País convocó a los medios. Pasadas las 21:00, los tres dejaron la Asamblea, con la tarea cumplida.