Por segunda vez en lo que va del año, el Pleno de la Legislatura se negó a debatir si cabe o no que la Asamblea autorice la explotación petrolera en el bloque 31, que se encuentra asentado en una área protegida en la Amazonía.
La asambleísta María Paula Romo planteó la moción para que se cambie el orden del día y se analice la situación de ese bloque petrolero. Sin embargo, su planteamiento no pasó en el Plenario del Parlamento. Cuarenta y cuatro diputados se abstuvieron y cuatro votaron en contra. Con ello, la propuesta de la legisladora no pasó.
Según Romo, el caso de la explotación petrolera del bloque 31 debería pasar por conocimiento y aprobación de la Asamblea. Su argumento se basa en el artículo 407 de la Constitución. Esa norma “prohíbe la actividad extractiva de recursos no renovables en las áreas protegidas y en zonas declaradas como intangibles, incluida la explotación forestal. Excepcionalmente dichos recursos se podrán explotar a petición fundamentada de la Presidencia de la República y previa declaratoria de interés nacional por parte de la Asamblea Nacional, que, de estimarlo conveniente, podrá convocar a consulta popular”.
Geográficamente el bloque 31 se encuentra en la zona de influencia del Parque Nacional Yasuní, que es una zona protegida por su diversidad. El 2 de febrero el Pleno de la Asamblea ya se negó a tratar este tema.
La explotación petrolera en esa área está a cargo de la estatal Petroamazonas.