El coliseo Francisco Páez se llenó de vivas y cánticos ayer a las 10:00. Fue cuando llegaron a la mesa central los mandatarios y representantes de gobierno que asistieron a la X Cumbre de la Alba.Minutos antes, los presidentes Rafael Correa, Evo Morales y Hugo Chávez tuvieron, en el exterior, un recibimiento de estrellas de pop. Atrás de un fuerte cerco de seguridad, decenas de personas se empujaban unas a otras para tomarles fotografías con sus celulares. Adentro, cada intervención de los participantes estaba acompañada de coros con frases revolucionarias. Solo en la primera alocución, a cargo del representante de Dominica, Roosevelt Skerrit, los gritos se transformaron en murmullos, porque su discurso fue en inglés.El presidente boliviano Evo Morales, que estuvo acompañado por un grupo de alcaldes de su país, propuso el fin del capitalismo como la única forma de salvar la naturaleza y la humanidad. Su comitiva alzaba carteles que promocionan la candidatura del Mandatario al Premio Nobel de la Paz. Más aclamada fue la alocución de Chávez que, al inicio de la ceremonia, cantó de memoria el Himno del Ecuador y después recordó el paso de Simón Bolívar por Otavalo en 1829. El último discurso fue el de Correa, que puso al pueblo otavaleño como un ejemplo de trabajo y prosperidad, “aunque algunos ya se me están volviendo pelucones”, dijo entre risas. En referencia a las protestas exteriores que, en su contra, mantuvo la Conaie, pidió a los asistentes no hacer caso de las “provocaciones” de los “pseudodirigentes que están siendo pagados por las grandes ONG internacionales”.