Hasta hace dos días la posibilidad de que haya un acuerdo entre el Gobierno y los médicos parecía imposible. La beligerancia verbal del presidente Rafael Correa y sus advertencias de que no daría marcha atrás ante los pedidos de los galenos en el tema del recientemente aprobado Código Penal hacían imposible pensar que habría un arreglo. Incluso se había dicho en tono de amenaza que estaba listo un plan para traer alrededor de 700 médicos extranjeros.
Pero de forma sorpresiva llegó el acuerdo y todo indica que los médicos cumplieron parte de sus aspiraciones.
Es difícil saber si en la flexibilización del Gobierno influyó el desgaste político que pudo haber sufrido con este tema. Sobre todo cuando estos días está en juego el futuro de las autoridades seccionales que se elegirán en breve. Si se toma la cifra divulgada en los medios de 40 000 médicos en protestas se debe pensar que cada uno de ellos representa la voluntad de, al menos, una familia. Son sin duda cifras importantes cuando se trata de campaña electoral.
También, queda abierta la posibilidad de que el Gobierno no tenía ningún plan concreto para la contratación de médicos extranjeros.