La Academia Diplomática se transformará en un Instituto de Relaciones Internacionales, que se encargará de la formación de los funcionarios del servicio exterior.El vicecanciller Kintto Lucas señaló que la idea de la reestructuración es crear una “verdadera academia”, que forme a los alumnos no solo “en protocolo, como hasta ahora, sino en distintas temáticas: DD.HH., cultura, medio ambiente y geopolítica de distintas regiones como Latinoamérica, Europa, entre otras”. Uno de los primeros pasos hacia esta propuesta fue la firma, en el 2009, del convenio con el Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN). En el acuerdo se estableció que el organismo capacitaría a los nuevos funcionarios de la Cancillería en una maestría en Relaciones Internacionales y Diplomacia. Sin embargo, este curso todavía no se ha cristalizado. Ahora, se les capacitaría en una especialización en Relaciones Internacionales para el Desarrollo. Este curso se dictará en unos meses, según adelantó Lucas. No obstante, este curso no formaba parte del convenio suscrito. Allí se estableció que se pagarían USD 200 000 para que se dicte la maestría. Pero el IAEN recién obtuvo la acreditación del Consejo de Educación Superior (Conesup) para impartirla a inicios de julio pasado.“Estamos en el proceso de reestructuración. Cuando esté lista se podrá abrir nuevamente la Academia” para recibir a una nueva promoción. Todavía no hay un plazo definido para ello.Anteriormente la Academia era dirigida por embajadores que se encargaban de la formación de las nuevas generaciones. Hasta el momento se han formado 12 promociones de funcionarios de carrera. El embajador Abelardo Posso, ex director de la Academia, señaló que el organismo fue creado con el fin de lograr que las personas que iban a representar al país en el exterior estén capacitados en todos los temas que requiera su trabajo. Y para que puedan competir con los diplomáticos de otros países. Sin embargo, a su criterio, ahora se está tratando de dejar de lado los temas fundamentales como la formación en idiomas, en diplomacia, en protocolo, en organismos multilaterales. Sin embargo, Lucas ha cuestionado la formación que han recibido los embajadores. “Si hubiese existido esa formación se hubiesen dado cuenta que se firmó un Plan Colombia y que podía llegarse a lo que ocurrió en Angostura. No tenían formación y casualmente leían mis libros, algo que fue dicho en el año 2000 ocurrió en el 2008. Eso queremos evitar”, explicó. Por ello, la Cancillería ahora quiere crear un organismo de educación que sea adjunto al IAEN, que se encargue de la formación y que tenga la capacidad de emitir diplomas y certificados de educación. Además, quiere crear un organismo que “permita la entrada a afroecuatorianos, indígenas y no solo a ciertas familias quiteñas”.Pero esa formación se dictará a la par del trabajo en la Cancillería. Es decir, quienes quieran ser diplomáticos de carrera ya no se dedicarán dos años a estudiar, sino que tendrán que buscar un espacio extra para hacerlo, luego de su horario laboral.