El mapa regional de las organizaciones políticas que participarán en las elecciones de febrero del 2013 quedó definido.
Luego del proceso de recalificación realizado por el Consejo Nacional Electoral (CNE), tras el escándalo de las afiliaciones fraudulentas, se dio vida jurídica a 59 movimientos políticos. Estas quedaron habilitadas para presentar candidatos a asambleístas provinciales, para las próximas elecciones. Y en las elecciones del 2014, podrán competir para los demás cargos de corte local.
En este proceso de revisión se descalificaron 78 movimientos, cifra superior a la aprobada.
De las 59 fuerzas políticas, 22 están en la Costa; 23 en la Sierra; 10 en el Oriente y cuatro en Galápagos. Todas podrán sellar alianzas entre sí además con cualquiera de las 11 organizaciones políticas nacionales que aspiren fortalecer su presencia en lugares donde no tengan apoyo.
Tres ex vocales electorales coinciden en que, a comparación de anteriores procesos democráticos, se ha evidenciado una disminución en el número de participantes. Para el ex vocal Fausto Camacho, esto es positivo para la democracia por tres razones.
Uno, estimula el debate de las propuestas; dos, los ciudadanos pueden conocer con más profundidad a los candidatos; y tres, porque se facilitaría el proceso de escrutinio en las urnas.
Por ejemplo, Camacho recuerda que en Guayas, para las elecciones a la Asamblea Constituyente del 2007, hubo 37 fuerzas. En los comicios generales del 2009, 25. “El actual número de movimientos es favorable”.
Pero la proporción de fuerzas a nivel provincial es dispar. Las que mayor cantidad de movimientos inscritos tienen son Guayas (la provincia más poblada del país) y Santa Elena, con seis movimientos cada uno. Carchi, una provincia pequeña, tiene cinco y Galápagos, la de menor población nacional, sin embargo ha inscrito cuatro agrupaciones. En Cañar, la realidad es distinta, pues no existe ningún movimiento aprobado.
El ex presidente del extinto Tribunal Supremo Electoral, Carlos Aguinaga, dice que el actual es un escenario diferente a otros procesos electorales donde hubo “una mayor participación, porque se dio más apertura democrática”.
Él hace memoria de comicios donde llegaron a participar más de 300 fuerzas políticas. Para él, esta realidad puede originar dos consecuencias políticas. Primero, que exista una mayor representación de fuerzas menores en la Asamblea o que exista un mayor número de alianzas con agrupaciones políticas grandes.
Medardo Oleas, también ex presidente del TSE, es más crítico. Desde su perspectiva, luego de la revisión de firmas que realizó en CNE, no se han podido consolidar grupos ideológicos fuertes. Si bien dice que hay menos actores que en anteriores procesos, hoy han aparecido “movimientos sin ideología ni presencia real en el escenario político ecuatoriano”.
Tanto Oleas como Aguinaga coinciden en que la mayoría de grupos locales surgen al calor de las coyunturas con el único propósito de impulsar un “cacique local” hacia el Poder Legislativo.
Por ello sostienen que los movimientos provinciales no logran permanecer en el tiempo ni consolidarse como organizaciones con real presencia.
Una de las excepciones es Madera de Guerrero, creado por el alcalde de Guayaquil Jaime Nebot, un ala del PSC.
Haga click aquí para ver la infografía.
[[OBJECT]]