Los despidos empezaron temprano en La Gobernación de Tungurahua. A las 08:30, los rumores alcanzaron la dimensión de escándalo. Se barajaban diversos nombres, pero media hora después las notificaciones fueron entregadas en las manos de los nuevos desempleados por el personal del Ministerio del Interior de Tungurahua.
Empezaron en la Comisaría Nacional con María Elena Meléndez. Ella trabajó 35 años en ese sitio. Sostuvo el papel en sus manos y lo miró por varios segundos. Luego se puso de pie e hizo esfuerzos por contener las lágrimas.
Los pasillos del renovado edificio de la Gobernación, en el centro de Ambato, se mantuvieron vigilados por policías sin uniforme. No fue necesaria su intervención. Los afectados recogieron sus cosas en cajas de cartón y se marcharon.
Algunos en la Intendencia, en la Comisaría de la Mujer y en la Pagaduría, calificaron esta acción como injusta.
La cifra de notificados llegó a 16 entre secretarios de las tenencias políticas, funcionarios de la Intendencia y de las Comisarías de la Mujer y Nacional. El gobernador Alexis Sánchez llegó también temprano pero eludió hablar del tema.
Algunos ex empleados dijeron que fueron alertados por él, la tarde del jueves. Esa fue la única delicadeza en este escabroso asunto.
Robinson Loíaza, jefe político de Ambato, explicó que en base a un análisis de su actuación y desempeño profesional se hizo la evaluación. “Hay funcionarios que trabajaban entre 15 y 25 años. Ahora es necesario que nueva gente llegue a ocupar sus cargos previo a un concurso. Serán personas preparadas con títulos de tercer nivel y que hayan cruzado hasta el cuarto año de estudios superiores. No es nada político”.
Según Loaiza, con tres funcionarios que salieron a comienzos de año, son 19 las personas que dejaron sus cargos.