Redacción Negocios
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Hasta el pasado 7 de enero, se desconocía la fecha para el anuncio de las políticas laborales que aplicará el Gobierno en este año.
Ayer, sorpresivamente, el ministro de Relaciones Laborales, Richard Espinosa, prefirió informar de los detalles del plan a través de una entrevista con la agencia pública de noticias, Andes.
Una de las propuestas es impulsar una reforma al Código de Trabajo para que los decimotercero y decimocuarto sueldos se paguen de forma mensual. La medida será voluntaria para los trabajadores del sector privado y obligatoria para los del sector público.
Alex González, secretario del Frente Unitario de Trabajadores (FUT), en tono molesto manifestó que esta decisión es una burla del Gobierno, que ha decidido “sacar dinero de un bolsillo para ponerlo en otro. Es lo mismo que hizo con los fondos de reserva”.
Actualmente, de acuerdo con el cuerpo legal, el pago de estos sueldos se hace de forma anual.
El decimotercero es el bono navideño, que se paga hasta el 24 de diciembre. El artículo 111 delCódigo de Trabajo establece que los empleados deben recibir una remuneración equivalente a la duodécima parte de los sueldos que hubieren recibido en un año.
El segundo es el bono escolar, que se paga hasta el 15 de marzo en la Costa y hasta el 15 de agosto en la Sierra. El artículo 113 del Código estipula que los trabajadores deben recibir en estas fechas una remuneración equivalente al salario básico unificado.
Espinosa aseguró que el nuevo mecanismo regirá a partir de este año, “a pesar que todo depende de la rapidez con que la Asamblea tramite el proyecto de reforma” de los artículos (111 y 113).
Andrés Páez, legislador de la Izquierda Democrática, aseguró que no apoyará el proyecto porque rompe el espíritu de una forma de ahorro forzoso para los trabajadores. “Es una especie de incremento de sueldo que sale de los mismos empleados”.
El bloque oficialista se mostró más cauto en sus apreciaciones sobre la decisión. Mauro Andino afirmó que tendrán que conocer el contenido de la propuesta gubernamental y si remiten el proyecto, iniciar su tratamiento.
Ambas remuneraciones son los inyectores de liquidez en los dos momentos de mayor actividad económica del año.
“Al pagarse de forma mensual se convierten en dinero de bolsillo y hay más gasto. Esto puede llevar a la subida de la inflación”, dijo el analista Juan Carlos Troya.
Otro de los planteamientos que hizo el Régimen fue definir la fórmula para el pago del salario digno, cuyo concepto es de un ingreso que permite alcanzar el valor de la canasta básica.
Para las empresas que sí distribuyen utilidades, se tiene que considerar el salario básico unificado más la parte mensual proporcional de los decimotercero y decimocuarto sueldos, fondos de reserva y una remuneración variable en función de las utilidades.
Aplicando esta fórmula, cada trabajador obtiene ingresos de aproximadamente USD 300. Esto multiplicado por 1,6, que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas es el número de personas que reciben sueldo por familia, equivale a USD 480.
Este ingreso, que se considera como el “ salario digno”, es el que se acerca al valor de la canasta básica, que en la actualidad es de USD 528,9. Así, la brecha actual sería de USD 48,90.
César Rovalino Bravo, director ejecutivo de la Cámara de la Pequeña Industria (Capeipi), señaló que con el mecanismo se podrán equiparar los ingresos con el valor de la canasta básica en menos de cinco años.
José Alvarado, dirigente sindical, manifestó estar en desacuerdo con la medida y afirmó que ante los anuncios, los trabajadores se movilizarán el 18 de enero.