Un policía herido escucha al director del Hospital de la Policía, Marcelo Sáenz. Foto: Mariela Rosero/ EL COMERCIO.
54 policías resultaron heridos la tarde y noche del jueves 13 de agosto, durante el paro nacional convocado por sindicatos de trabajadores y el movimiento indígena.
De los 54 miembros de la Fuerza Pública que llegaron al Hospital de la Policía Nacional, ubicado en la Mariana de Jesús, 45 salieron con prescripción médica.
La mayoría presentó politraumatismos como efecto de la violencia de las manifestaciones. Esto según el doctor Marcelo Sáenz, teniente coronel encargado de la dirección del Hospital de la Policía.
Nueve policías de los 54 que fueron atendidos en la casa de salud están hospitalizados. Presentaron fracturas expuestas de tibia y nariz, también traumatismo cráneo encefálico. Y fracturas y lesiones en los dedos de la mano. Esto debido a que fueron atacados con objetos contundentes como piedras y fierros.
El policía que se encuentra más grave tendrá que ser operado por haber sido atropellado en Cayambe. Tiene una fractura grave en la meseta tibial izquierda. Pero los nueve hospitalizados serán sometidos a diferentes tipos de cirugías.
El cabo segundo Vinicio Viñachi tiene 29 años y siete de servicio. Fue atropellado en Cayambe mientras controlaba el tráfico. Él contó que un bus lo atropelló de forma intencional. Dijo que los manifestantes no escuchaban sus pedidos. Y que él solo cumplía con su labor de mantener el orden.
El aspirante a Policía, Carlos Bonilla, es uno de los más jóvenes del grupo de 54 heridos. Aún permanece hospitalizado a la espera de una cirugía. Tiene 23 años. Relató que se encontraba en la zona de El Tejar y le agredieron con botellas, palos y fierros. Tiene los dedos de la mano derecha fracturados. No fue suficiente el escudo para protegerse. Aseguró que fueron manifestantes en contra del Gobierno quienes lo atacaron.
Alex Catota, de 27 años y cuatro como policía, también tiene una fractura expuesta en la mano. Dijo que con las vallas de seguridad quienes protestaban les golpearon. Él estaba en las calles García Moreno y Bolívar. “No fue una manifestación pacífica. Tenían cubiertos los rostros”.