Redacción Quito
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Antes de recibir el pase al Grupo de Tránsito de Quito, hace dos años, la cabo segundo, Sara Vizuete, trabajaba como secretaria en el Grupo de Intervención y Rescate (GIR). Aunque anteriormente ya estuvo en el servicio de tránsito, Vizuete dice que salir de una oficina a las calles siempre es difícil.
La dirección del tránsito y el control de las contravenciones son las principales funciones de los 576 policías de esta unidad policial. Pero, según el jefe del Grupo de Tránsito, Patricio Gutiérrez, ese número de efectivos es insuficiente para cubrir la demanda de trabajo operativo. Pese a esto, en el 2009 se realizaron 6 019 operativos y se emitieron 100 185 boletas de contravención. Vizuete aseguró que existen temporadas como fiestas de Quito y fin de año, en las que redobla el trabajo. “En esos días se trabaja hasta 12 horas diarias”.
Los racionamientos eléctricos que dejan sin luz a los semáforos, las protestas y manifestaciones en las vías y la aplicación de varias ordenanzas municipales también incrementa el trabajo de los uniformados. Solo para el control de la restricción vehicular, anunciada para marzo, se requieren entre 120 y 150 uniformados. El director nacional de Tránsito, Pedro Calero, aseguró que se realizan las gestiones para solicitar al alto mando un incremento de personal.
Para optimizar los recursos, Gutiérrez explicó que el personal se divide en grupos que se dedican exclusivamente a realizar operativos por objetivos. Es decir, en cada control se sanciona un solo tipo de contravención. Otros grupos son asignados a tareas de refuerzo, control de tránsito, emergencias, ordenanzas…
Vizuete es parte del pelotón de ‘apagones’, que dirige el tránsito en las vías principales durante los cortes de energía. Con un chaleco verde sobre su uniforme de servicio, Vizuete esperaba en la intersección de la av. 6 de Diciembre y Robles la suspensión del servicio eléctrico anunciado para la tarde el pasado viernes.
El sistema de comunicación es otra de las debilidades de la unidad policial. Mientras se acomoda el auricular blanco sobre su oreja, Vizuete explica que el celular es el principal medio de comunicación con sus superiores o la central de emergencias.
Más allá de los recursos logísticos, para Mario Villagómez, del Observatorio de Movilidad, en la unidad hace falta una estrategia operativa que articule las acciones de control con un modelo de gestión de la movilidad. “No es posible que los operativos generen más congestión en la vía”.
El Municipio propuso asumir el control operativo de la unidad para mejorar el trabajo en las vías. El presidente de la Comisión de Movilidad, Patricio Ubidia dijo que “si se quiere aplicar un estricto control debemos incrementar el número de policías y capacitar a la gente”.
El vocero de la Policía, Juan Zapata, aseguró que los programas de concienciación y capacitación permitieron reducir el índice de accidentes y muertes en las vías. El año pasado se capacitó a 3 300 policías de tránsito y a
708 909 ciudadanos.
Esa tecnificación del personal es una de las fortalezas de la institución, según Cristóbal Buendía, del Observatorio de Movilidad. “Se ha notado un cambio de un manejo empírico del tránsito a uno técnico”.
Testimonios
Fernando Collahuazo / Motociclista
‘Hace falta una Policía bien capacitada’
En los cuatro años que llevo conduciendo una motocicleta he recibido citaciones por mal estacionado. En algunos casos la sanción es justificada, pero en otros los policías de tránsito quieren imponer sanciones por cosas irrelevantes, abusando de su autoridad. Por eso, pienso que es necesario que la Policía capacite adecuadamente al personal, porque el control es bueno siempre y cuando sea bien aplicado.
Mariuxi Malagón / Policía
‘El cambio de una oficina a las calles es muy duro’
Antes de ingresar al servicio de tránsito cumplía funciones administrativas en la Policía de Migración. El cambio de la oficina a las calles es muy difícil, los horarios son más extensos, se sacrifica mucho tiempo con la familia. Cuando se cumplen tareas operativas una gorra dura cerca de dos meses, en cargos administrativos la misma gorra dura hasta dos años. En la calle los procedimientos se aprenden en el día a día. Las normas de tránsito y los procedimientos también se asimilan con la experiencia.
Darwin Fernández / Peatón
‘El modelo de control está mal aplicado’
Los policías que se ven en las calles están en lugares que no favorecen al control del tránsito. Además, hay sectores y horarios en los que ya no se ven policías en las calles, esto es aprovechado para cometer infracciones. De todos modos, el trabajo de la Policía de Tránsito sí ayuda en el flujo vehicular. El control y las sanciones ayudan a respetar las leyes y generan buenos hábitos de movilidad en la ciudad.
Marco Antamba / Policía
‘La experiencia en otras unidades es importante’
Hace un año recibí el pase de la unidad de servicio urbano en la provincia de Esmeraldas al Grupo de Tránsito de Quito. La experiencia en el control de la seguridad pública me sirvió porque hay ocasiones en las que en tránsito se deben aplicar algunos procedimientos judiciales. A diferencia del control de la delincuencia en las calles, en el trabajo operativo de tránsito hay menos contacto con la gente. Sin embargo, como policía estoy expuesto a los mismos riesgos y al mismo nivel de agotamiento físico.