Las denuncias llegan por Internet. En otros casos, las personas detenidas por drogas revelan los datos de las personas u organizaciones que se dedican al narcotráfico a escala nacional. También los líderes de bandas convencen a uniformados para que les ayuden en esta clase de actividades.
Las indagaciones de antinarcóticos parten desde esas pistas para resolver los casos en que uniformados (oficiales y agentes de tropa) son apresados. Luego se realizan los seguimientos de Inteligencia que pueden durar meses o hasta un año, dependiendo de la investigación.
Por ejemplo, en la captura de un coronel, exjefe de Interpol, un mayor, un cabo y un policía, las indagaciones se demoraron un año y se determinó que ellos ayudaban a una organización que se dedicaba supuestamente a contaminar contenedores con droga que llevaban productos de exportación, específicamente flores, con destino a Europa.
Además, los investigadores apresaron a un hombre, jefe de la organización, que “corrompió a los uniformados”, según el Ministerio del Interior. Lo capturaron en Loja mientras intentaba huir, “luego de conocer del operativo por uno de los policías vinculados. Este sujeto es hermano de una persona procesada por el crimen de un policía”, dijo el ministro del Interior, José Serrano.
Este caso fue descubierto porque incluso otros oficiales “a los que pretendían relacionar en los ilícitos, entregaron la información para iniciar el proceso investigativo”.
En el caso de los cinco agentes detenidos en el aeropuerto, la denuncia llegó por un correo electrónico. Este indicaba que operaba una red del narcotráfico que utilizaba al aeropuerto de Tababela (Quito) para sacar droga en maletas de mano y en correos humanos.
Las pistas también fueron reveladas por tres personas que fueron apresadas por tratar de salir del país con estupefacientes desde el aeropuerto de Tababela. Luego se realizaron seguimientos y se llegó a escuchar las llamadas telefónicas en las que se relacionó a los gendarmes con el hecho.
Actualmente, ellos están detenidos y fueron dados de baja. En la Policía se informó que los procesados cobraban USD 3 000 o 4 000.