Personas recogen ropa donada en el poblado de San Gregorio Atlapulco, en la demarcación de Xochimilco, en Ciudad de México (México). Foto: EFE
La Policía Federal mexicana anunció hoy, 29 de septiembre e 2017, la creación de “corredores seguros” en los que se brindará protección para el traslado de ayuda humanitaria por carretera a estados afectados por dos terremotos en las últimas semanas.
Los zonas seguras se establecieron en las carreteras federales que conducen desde la Ciudad de México a Oaxaca, en el sur del país, incluyendo Veracruz y Puebla, después de una confusa denuncia pública hecha por una fundación católica sobre un supuesto asalto a voluntarios, incluida la violación de una joven.
“Si viajas a estados damnificados a brindar donaciones, la Policía Federal acompaña tu camino”, anunció la Policía Federal en su cuenta de Twitter, en la que dio a conocer el nombre de los responsables de cada tramo.
El anuncio se da después de que la Fundación Papa Francisco Pro Felicitas afirmara que un grupo de voluntarios había sido asaltado y una joven violada el martes 26 de septiembre cuando llevaba ayuda humanitaria al estado de Oaxaca, en el sur del país.
La organización católica afirmó que los asaltantes habían robado a los jóvenes unos 40 000 pesos en efectivo (USD 2 200) y toda la ayuda humanitaria que llevaban en tres camionetas y que dos jóvenes habían sido gravemente heridos.
Sin embargo, los hechos no fueron denunciados a la policía como se relataron públicamente a través de una nota del sistema informativo de la archidiócesis de México. De acuerdo con fuentes policiales citadas por el diario La Razón, al pedir ayuda a la policía los voluntarios sólo dijeron les habían robado una cartera y un teléfono celular.
Además, el asalto ocurrió supuestamente en realidad el domingo 24 en su camino de regreso, después de entregar los víveres, cuando se detuvieron a cambiar un neumático en el estado de Puebla.
Aunque al principio la Fundación dijo que sí se había presentado una denuncia, después afirmó aún no lo habían hecho porque los jóvenes habían sido hospitalizados de emergencia y sus familias tenían temor de acercarse a las autoridades a denunciar.
México fue golpeado por dos terremotos, el 7 y el 19 de septiembre, que dejaron en conjunto unos 445 muertos y a unas 250 000 personas sin hogar.